Sin duda una de las noticias del año en el deporte extremeño y el mayor éxito conseguido por un atleta de la región en toda su historia: Álvaro Martín logró el oro en la prueba de 20 kilómetros marcha de los Europeos de Berlín con una emocionante exhibición en la parte final. El llerenense se permitió el lujo de ir saludando y lanzando besos en la última recta, tan clara como iba a ser su victoria.

Y todo en ello en una mañana también histórica para la marcha española, ya que tras Martín llegó el madrileño Diego García, mientras que en la prueba femenina se impuso la andaluza María Pérez. Tres medallas de una tacada en las calles de la capital alemana.

El atleta extremeño firmó un tiempo de 1 hora, 20 minutos y 42 segundos, con seis de ventaja sobre García, mientras que Miguel Ángel López, hasta ayer campeón de Europa, concluyó sexto con 1:21:27.

La jornada había arrancado con susto, ya que los bomberos se pusieron a revisar alcantarillas en busca del origen de un sospechoso olor a gas, lo que determinó una salida conjunta de la prueba masculina y femenina.

SIN EXPRESIÓN

Una vez solucionada la alarma de seguridad en la zona de la Breitscheidplatz, Álvaro Martín pareció dominar a su antojo la prueba, situado siempre en el grupo de cabeza. Resultó llamativo que mientras que sus rivales mostraban en sus rostros un evidente cansancio por la exigencia y el paso de los kilómetros, el llerenense se mantenía inalterable, siempre atento a cualquier circunstancia y esperando su momento.

En los días previos había dicho que estaba preparado para cualquier condición, que su obligación era competir pasase lo que pasase. Ayer hubo 18 grados y un 52% de humedad.

Al principio los alemanes Christopher Linke y Hagen Pohle se mostraron muy activos. Pero los españoles no perdían detalle, con Martín y Diego García siempre en vanguardia. Sin embargo, Miguel Ángle López empezó a quedarse mediada la carrera.

Como suele suceder, se fue haciendo una selección. En el kilómetro 16, pasada la hora de competición, surgió el ruso Vasily Mizinov, que dio un tirón al que únicamente sobrevivieron los dos españoles.

Fue un ataque inútil porque no consiguió descolgar a ninguno de los dos y además terminó pagando el esfuerzo, aunque al menos pudo conservar la tercera plaza final.

EL TIRÓN / Fue en el kilómetro 18 cuando Martín impuso un ritmo alto que ya no abandonaría, dejando atrás a García y a Mizinov. Su primera gran victoria internacional empezó a estar clara cuando se marchó solo y por detrás no encontraba respuesta posible.

Con la tranquilidad de no haber sido amonestado en una sola ocasión, cogió muy rápido una buena cantidad de metros que le aseguró el triunfo. Tras mirar hacia atrás en un par de ocasiones, y cuando todavía restaban unos 500 metros para el final, Martín abandonó el hieratismo que hasta entonces le había caracterizado, se quitó la gorra con la que se había protegido del sol y empezó a festejar el oro, primero saludando a los espectadores, luego chocando la mano e incluso lanzando besos.

Otro momento para el recuerdo fue también cuando cruzó la meta: apretó el puño y lanzó un grito de rabia y alegría.

LA CEREMONIA

Ya solo le quedaba festejarlo con sus familiares y amigos y esperar a abrazar a los otros dos triunfadores de la mañana: el subcampeón Diego García y la ganadora femenina María Pérez. La granadina venció con el mejor tiempo en la historia de los campeonatos (1:26:36), seguida de la checa Anezka Drahotova (1:27:03) y de la italiana Antonella Palmisano (1:27:30).

Apenas una hora después, los tres españoles recogieron sus medallas y escucharon emocionados el himno español. Muy aplaudidos por el público, primero subieron al podio Álvaro Martín y Diego García y después tuvo lugar la ceremonia que coronó a María Pérez.

La marcha española regresa así con cuatro medallas de Berlín, ya que a las tres de ayer hay que sumar el bronce logrado el pasado martes por Julia Takacs en los 50 kilómetros.