Sólo había ocurrido una vez anteriormente y todavía se nos ponen los bellos de punta a más de uno cuando recordamos la épica cabalgada de Ernesto Manchón coronando la exigente subida por las calles del mismo corazón de Guadalupe. Félix Mendo --desaprovechado talento el suyo-- no falló en su predicción y el corredor del entonces ACR-MRA navarro atacó en el momento justo y sentenció la ronda regional del 97. Casi una década después de que el azuagués se convirtiese en el primer corredor extremeño que ganaba la Vuelta Ciclista a Extremadura, Pedro Romero Ocampo, el laborioso placentino del Spiuk Extremadura, ha repetido. Y lo ha hecho a lo grande, con suspense, con una desbordada emoción que ha contagiado a todos los aficionados a la bicicleta de la región y, en muchos casos, de fuera de ella. Como añadido, el segundo puesto del zafrense Angel Rodríguez, a rueda y en el mismo tiempo para contagiar de fiebre amarilla un podio al que subió el plantel al completo de la escuadra segedana para celebrar su supremacía, también después del suspense, en la nómina de equipos.

El triunfo comenzó a fraguarse de salida, el Spiuk presentó batalla casi desde el banderazo en Castelo Branco, y se consolidó fundamentalmente en la crono de La Zarza. Antes lo había intentado el eterno Fernando Torres en Barcarrota y subiendo a Feria. También Josu Mondelo en la segunda etapa rompiendo la carrera en la subida a Piornal y José Antonio Arroyo el primer día camino de la frontera y aún en territorio luso. Y el Mancha Ramírez... Pero Alfonso Rodríguez, el director amarillo , había planificado con precisión la cita en La Zarza y le salió a la perfección.

Felicidad completa

Pedro Romero estaba ayer en Plasencia, descansando de la ronda extremeña pero preparando al tiempo la Vuelta a la Comunidad de Madrid, que empieza el próximo jueves. Dice sentirse "tremendamente feliz con este triunfo que quiero dedicar a mi familia y a mis compañeros del Spiuk". Por su parte, Alfonso Rodríguez, que acabó llorando tras la crono en La Zarza, asegura que "Pedro se lo merece. Es un ciclista disciplinado, que se entrega siempre y trabaja por el equipo y estoy muy contento por él y por nuestro Spiuk". El sentimiento es generalizado, el Spiuk Extremadura ha dejado escrita otra página para la historia siendo, además, profeta en su tierra.