Una goleada ante el Lanzarote (5-0) y un empate a domicilio en el campo del Universidad de Las Palmas (0-0) han reactivado la moral del Cacereño, que confía esta tarde en continuar su escalada desde el sótano del grupo II de Segunda B frente al Toledo, un equipo que llega en una situación completamente distinta (17.00 horas, estadio Príncipe Felipe).

Sumar los tres puntos es el único objetivo admisible para el conjunto de Angel Marcos, que percibe que es en casa donde debe cimentar su recuperación definitiva. Por lo que se intuye, su planteamiento va a ser muy distinto dependiendo de dónde se juegue: desinhibido y al ataque en su propia cancha, precavido y dando por bueno el empate lejos de ella.

El chip hoy es, pues, ofrecer la misma imagen ofensiva que ante el Lanzarote, siendo además el Toledo un equipo también metido en problemas, con un empate y cuatro derrotas en los últimos cinco encuentros. Tanto es así que, en caso de victoria, el Cacereño rebasaría a su oponente en la clasificación y vería con más claridad la luz al final del túnel.

SIN ROCHA Para adelgazar el optimismo solo hay una mala noticia: la lesión de cierta gravedad de David Rocha, probablemente el futbolista más virtuoso de la plantilla verde que estará de baja durante dos meses por romperse un dedo del pie derecho en el partido del domingo en Las Palmas. A ocupar su puesto oposicionan Estévez y Sergio, aunque éste también aspira a ser el segundo delantero que forme por detrás de Valtierra. Rai también tendrá minutos en posiciones de ataque.

Superada la epidemia de bajas en la defensa --a Borja le falta poco para ofrecer una opción más en el lateral izquierdo--, todo lo demás no cambiará respecto a las últimas semanas: jugar muy juntos, sin perder la concentración y buscando la portería contraria de forma vertiginosa cuando se recupera el balón. A Marcos le gusta lo que ve: un equipo implicado que no ha bajado los brazos en la lucha por reanimarse tras un inicio muy flojo y que se llevó por delante a Angel Alcázar. Ahora falta mantener la regularidad en los resultados para que el menú pueda ser perfecto y se alcancen posiciones más acordes a la expectativa que se generó al inicio de temporada.

Menos optimismo se transmite desde el otro bando. Luis Díaz, entrenador del Toledo, puede incluso ser sustituido si pierde en Cáceres y es discutido por un amplio sector de la afición, pese a que, como Alcázar, fue quien se sentó en el banquillo en el reciente ascenso de categoría tras cuatro años en Tercera.

Para la cita de esta tarde no podrá contar con Dani Alonso, baja para seis meses, pero recupera a Alberto Martín y Butra, bajas en la derrota ante el Conquense (0-2). Es un equipo que conoce bien Antonio, el lateral del Cacereño, ya que ha pasado en él los dos últimos años.