Los dueños del Liverpool, los estadounidenses Tom Hicks y George Gillett, podrían verse obligados a vender el club en el caso de que no puedan asumir la deuda contraída con un banco británico, informa el diario 'The Times'. Hicks desea llegar a un acuerdo con George Gillet Jr. para que reactive los planes de financiación de un nuevo estadio para el equipo antes de que expire el préstamo del banco.

El Liverpool contrajo una deuda con el Royal Bank of Scotland estimada en 270 millones de libras, unos 360 millones de euros, cuyo plazo de liquidación concluye el mes que viene. Lo que pretende Hicks es reemplazar dicho préstamo con una nueva cifra, de 468 millones de euros, un nuevo presupuesto que permitiría al Liverpool comenzar la construcción de un coliseo de 70.000 localidades en la nueva ubicación de Stanley Park.

Hicks ha declarado que el nuevo acuerdo se cerraría al final de esta semana aunque, según el 'Times', Gillett se encuentra intranquilo con el nuevo plan, "al igual que muchos en Anfield". Una fuente de la City ha aumentado las dudas respecto de la capacidad de los tejanos para reunir una nueva suma de dinero que garantice la refinanciación.

"Si los dueños se ven incapaces de liquidar la deuda existente al final de febrero el Liverpool caería en posesión del banco", añade el prestigioso rotativo, "aunque en realidad obligaría a Hicks y Gillett a vender el club, apenas doce meses después de su adquisición". En este contexto, se presentan dos escenarios posibles. En el caso de que los norteamericanos aseguren su nuevo plan de refinanciación, la construcción de un nuevo estadio sería casi un hecho. Hicks y Gillett manejan un diseño de HKS, un estudio con sede en Dallas que ha valorado el proyecto en 400 millones de euros. Una segunda posibilidad, más improbable, consistiría en un cambio de dueños. Bajo esta perspectiva, explica el 'Times', el español Rafa Benítez tendría muchas más probabilidades de continuar al frente del equipo