Reparto casi equitativo. Los jugadores del Cáceres parecen pactar en el vestuario que ninguno de ellos se lleve la mayor parte del protagonismo, o al menos eso es lo que indican las estadísticas una vez rebasado el primer cuarto de competición.

Los números señalan que Manolo Hussein ha configurado un grupo en el que no se depende específicamente de nadie, pese a que haya jugadores más y menos importantes. La situación respecto a la época en la que jugadores como Kevin Pritchard, Rod Sellers, José Antonio Paraíso o Danya Abrams copaban casi toda la luz de los focos ha variado radicalmente.

Esta tendencia ya se pudo observar la temporada pasada, cuando apenas Larry Stewart tenía un papel estelar por encima de los demás. Ahora, hasta a Ferrán López le ha costado bastante imponer su liderazgo espiritual, ya que su titularidad llegó a estar en entredicho durante la pretemporada y el inicio del curso.

MEZCLA DE ROLES

De acuerdo que López y Deon Thomas --máximo anotador y reboteador, aunque no con cifras contundentes-- son fijos en el equipo inicial, pero a partir de ahí nada parece claro. Hussein confió hasta donde pudo en los comunitarios Hurl Beechum y Vladimir Petrovic, atolondrados y desacoplados durante muchos momentos, pero ahora parece haber dado cancha sin miramientos a Joffre Lleal, instrumental en las dos primeras victorias. Ariel Eslava se mantiene inalterable en su papel de especialista defensivo y el póker de aleros hace descubrir que ninguno de ellos puede considerarse fijo.

Tampoco el compañero de Thomas en el interior está claro, a mitad de camino entre la insignificante aportación de Bobby Martin (6.5 puntos y 4.4 rebotes) y las interesantes irrupciones de Juan Antonio Orenga y Dani García. Especialmente llamativo el caso de este último, líder de la ACB en porcentaje de tiros de tres puntos con un impresionante 60% (15 anotados de 25 lanzados). Su heterodoxia está siendo difícil de frenar para los pívots rivales.

En todo caso, una conclusión a todo esto alienta el optimismo: pocos equipos de la zona baja de la ACB poseen una rotación tan amplia y variada de jugadores, aunque todavía falta que algunos de ellos acaben de adoptar su papel. El ejemplo a seguir parece Mike Hansen, mucho más atinado desde que se consolidó como complemento de Ferrán López. Ninguno de los diez componentes de la plantilla supera los 27 minutos en cancha de Ferrán, aunque cerca están los 26.4 de Beechum y los 26.1 de Thomas. El que menos ha jugado es Joffre Lleal (14.1).

Menos sensaciones positivas ofrece estudiar la clasificación del equipo en el ranking estadístico de la ACB. En muchas de las categorías se está en las últimas posiciones, con datos tan curiosos como el hecho de que se sea el equipo más faltas comete y el que menos recibe. Al menos, el porcentaje el tiro de tres puntos ha aumentado en más de diez puntos en los últimos cuatro partidos, aunque es evidente que hay que mejorar en cuestiones capitales como son los rebotes o los tiros libres.