Ñete Bohigas reconoce que no entrenar en el club de su vida «ha sido lo más duro» porque en las diferentes denominaciones, «y desde chinorri como jugador», ha tenido relación con el Cáceres. El nuevo reto ahora es otro bien distinto: la política, a la que acaba de llegar. Es el número 5 de la lista de Ciudadanos (Cs) al Ayuntamiento de Cáceres. «Esto se traduce en un determinado tiempo, de 4 a 8 años como mucho, e implica salirte del círculo de entrenadores. De todas formas, yo seguiré siendo entrenador siempre. Si no lo hago con profesionales, será con niños», aduce.

¿Cómo fue dar el paso? Así lo explica. «En cualquier caso, aclaro, ni siquiera me considero político porque no he sido elegido aún por los ciudadanos. Soy superespetuoso con lo que se decida, pero he entrado porque amo a esta ciudad y porque siempre tuve vocación de servicio. También porque creo conocer a los cacereños y estoy un poco cansado de ciertas cosas. Nos han domesticado; somos muy poco reivindicativos y no tenemos ilusiones colectivas. Me niego a pensar que la sociedad cacereña está muerta porque tú vas a trabajar, el funcionario, el obrero... la gente se levanta con ilusión. El hecho de poder sentarme con cacereños y buscar retos me ilusiona».

Teniendo como referente a su familia, como sus padres y su mujer, Bohigas habla de casos similares al suyo: entrenadores como Pepu Hernández o Javier Imbroda han dado el salto a la política, así como en Extremadura deportistas como la exjugadora de basket Carla Nascimiento o el lanzador Javier Cienfuegos. «El entrenador de baloncesto, el deportista, ya es alguien igual; ese cliché de antes ya se quedó ahí», se jactó.

También pone como reclamo los éxitos deportivos a modo de espejo. «Lo del ascenso a la ACB unió a la ciudad. Ese tipo de ilusiones colectivas tienen que darse en otras partes de la sociedad. No quiero un Cáceres conformista y vivir en la ciudad más bella del mundo, que eso ya lo sé. Si no cambiamos, nos vamos a ver en un sitio de gente muy mayor y la gente joven se ha ido. Me niego a que esto sea así. Quiero que el deporte sea una bandera de la ciudad».

«Yo aspiro a ganar, en el baloncesto no vale empatar. En esto tampoco, aunque está claro que se han acabado las mayorías absolutas y nos tenemos que poner de acuerdo», subraya sobre lo que se avecina. «Vamos a tener que sentarnos. En la política municipal las siglas dejan de tener importancia». ¿Político desde el 26? Instituto Municipal de Deportes y escuelas; federaciones; universidad y deporte, todo ello «ligado al turismo y la sanidad y los valores». Ñete Bohigas, sus máximas. J. M. O.