Gareth Bale sabe que jugará en el Madrid, pero también que la travesía será larga. Su equipo, el Tottenham, es consciente de que un futbolista juega donde quiere y el galés ha elegido al Madrid. La estrella del equipo inglés ha pretendido que la transición se llevara a cabo sin tensión, pero ante la falta de compromiso de su club ha decidido forzar la situación. Bale se ha plantado y todo indica que no vestirá la camiseta de los Spurs para forzar su pase al Madrid, con quien tiene un acuerdo para las próximas seis temporadas y 10 millones netos por cada una de ellas.

El Tottenham tiene asumida la marcha de Bale al Madrid, pese a las trabas de Daniel Levy, presidente del equipo inglés, quien según la cadena británica BBC habría rechazado una oferta de 98,5 millones de euros del Madrid por el jugador galés. El club inglés piensa en Javier Pastore (París Saint Germain) y Roberto Soldado (Valencia) para potenciar al equipo tras la más que presumible salida de Bale, a quien el club blanco espera incorporar en los próximos días a la concentración del equipo en Estados Unidos.

Londres es el lugar elegido para el encuentro entre Bale y el presidente del Tottenham, que hizo un alto en sus vacaciones para conocer de primera mano las intenciones de la estrella del conjunto inglés. Antes de eso, Levy rechazó presuntamente la oferta más alta en la historia del fútbol, con esos 98,5 millones, que según la BBC no aceptó por el traspaso de Bale. Una cifra que supera los 96 millones que el Madrid pagó al Manchester United en el 2009 por Ronaldo. El presidente de los Supurs quiere elevar el listón y traspasar la barrera de los 100 millones.

Ni siquiera los mensajes de Ancelotti, que asegura que tiene el equipo que quiere "y no necesitamos más jugadores" han hecho desistir a Florentino Pérez de su deseo de fichar al único jugador mediático que queda en el mercado. Tras cuatro años sin realizar grandes fichajes tras la llegada de Ronaldo, Kaká y Benzema en el 2009, Bale, de 24 años y capaz de pegarle al balón a 125 kilómetros por hora, es el próximo regalo que Pérez le hará a la afición.

BATALLA PERDIDA Mientras, el dirigente intenta ganar tiempo en una batalla que tiene perdida por la insistencia del jugador en dejar el equipo inglés para recalar en el Madrid. Levy intentará convencer a Bale para que continúe un año más en Londres, algo que ni siquiera se creen ya las casas de apuestas, que ven al futbolista galés fuera de su actual equipo.

Ante esa inminente salida, el Tottenham intenta blindarse con los fichajes de Pastore, mediapunta argentino del PSG, o el valencianista Soldado, por el que el Tottenham está dispuesto a pagar los 30 millones de la cláusula de rescisión del delantero.

Hasta el momento, el jugador ha marcado los tiempos en el medido diseño de la operación. Primero el acuerdo entre su representante, Jonathan Barnett, y José Angel Sánchez, director general del Madrid (seis temporadas y 10 millones por campaña). En segundo lugar, la promesa de Daniel Levy, presidente del Tottenham, de dejarle salir si el equipo no disputa Champions .

Después de todo eso, a Bale solo le queda la rebeldía. El jugador no vestirá más la camiseta del Tottenham para forzar su salida. Así lo publicaba el diario Daily Mail . En esa información se asegura que Bale no jugó ante el South China por el duro golpe que supuso para él que su club no aceptase la oferta hecha por él.