ÉCIJA - 1: José Miguel, Blanco (Requena, min. 75), Astrain, Oscar, Pizarraya; Nando, Antoñito; Migue, Coco (Delgado, min. 76), Rubén Cruz; Ayina (Ubeda, min. 85).

ARROYO - 1: Saavedra, Felipe, Carlos, Castaño, Garrido; Abel Buades, Alfaro (Lolo, min. 46); Nauzet (Ruano, min. 46), Edu Espada (Toni, min. 87), Carlitos; Iban Espadas.

GOLES: 1-0 (min. 10): Migue. 1-1 (min. 65): Ruano.

ARBITRO: Fernández Brito (Colegio tinerfeño). Tarjetas amarillas a Blanco, Oscar y Pizarraya por los locales; a los visitantes Buades, Castaño y Edu Espada.

Ecija Balompié y Arroyo se repartieron cada una de las partes para acabar firmando un empate que no satisface del todo a ninguno de los dos (1-1). Los sevillanos merecieron más fortuna en el primer tiempo, donde lograron adelantarse por mediación de Migue y arrinconaron a los ajedrezados.

Tras el descanso, los cambios introducidos por el técnico arroyano, Juan Marrero, surtieron efecto, empatando Ruano y disfrutando de numerosas ocasiones para haberle dado la vuelta al marcador del choque. Al final quizá lo más justo para los esfuerzos de unos y otros acabaron siendo las tablas.

Salió el Arroyo algo atenazado al estadio Municipal de San Pablo y ello lo aprovechó bastante bien el Ecija Balompié de Miguel Rivera para incomodar a los ajedrezados desde los primeros compases. Apenas se habían disputado dos minutos de juego cuando advirtieron los locales con un centro desde banda de Migue que Ayina conectó ligeramente desviado de la meta defendida con acierto ayer por parte del meta Saavedra.

EL GOL LOCAL Primer susto para los de Juan Marrero, que veían cómo el asedio astigitano se plasmaba en el marcador sobre el minuto diez. Esta vez fue Antoñito el que la puso para que Migue, empalmándola de volea, hiciera inútil la estirada del portero Saavedra (1-0).

Se ponía por delante el cuadro sevillano ante un Arroyo que no parecía reaccionar. Los extremeños ni defendían bien ni atacaban con criterio, apenas generando ocasiones de peligro sobre el área de los azulones.

Las únicas aproximaciones visitantes llegaron en balones largos, juego directo y lanzamientos desde la esquina. En eso sí que ganaron los de Juan Marrero a los de Miguel Rivera en el primer tiempo.

El Ecija Balompié, por su parte, siguió insistiendo, buscando la sentencia. De nuevo Migue, muy activo en estos primeros compases, probó fortuna en un lanzamiento que se marchó fuera por bien poco.

Seis minutos después, en el 22, Cruz habilitó a Oscar pero éste se topó con una magnífica intervención de Saavedra junto a la base del poste.

El Arroyo seguía aletargado, demasiado nervioso cuando tenía la posesión del balón, y sólo incomodó a los locales en un centro-chut de Alfaro que Astrain envió a saque de esquina. Corría el minuto 37 y era la primera oportunidad destacada de los ajedrezados. Antes del descanso la tuvieron de nuevo los de Miguel Rivera en un buen centro de Antoñito que Cruz disparó fuera por poco.

OTRO PARTIDO Cambió por completo el decorado del partido tras el paso por vestuarios. Juan Marrero introdujo cambios, metiendo a Ruano y Lolo, que revitalizaron el juego de los ajedrezados.

El Arroyo empezó a controlar el partido y a acercarse con peligro a las inmediaciones del área custodiada por José Miguel.

Ruano la tuvo en el minuto 51, y diez minutos más tarde el propio Ruano vio cómo José Miguel le repelía un trallazo. Era el preludio del empate, que llegaría en el 65 en un obús de Ruano inalcanzable para el arquero de los astigitanos.

El empate tranquilizó al Arroyo y por unos instantes el partido careció de un dominador claro, con una laguna en el centro del campo que emponzoñó un duelo hasta el momento con mucho ritmo. Pasado ese impás, fue el Arroyo el que volvió a tomar las riendas.

Edu Espada e Iban Espadas combinaron para generar más incertidumbre en las filas locales. Un minuto después reclamaban los ajedrezados la expulsión del defensor local Blanco, que cortó en falta una jugada de ataque de Edu Espada cuando ya tenía una tarjeta amarilla.

Las dos últimas acciones de peligro de los extremeños llegarían a pelota parada. La primera en una falta de Ruano que Migue casi introdujo en propia puerta, y la segunda en un libre directo de Abel Buades que repelió finalmente José Miguel.

Pudo ser el triunfo de los extremeños, pero al fin y al cabo no está nada mal puntuar en un campo tan complicado como el del Ecija. Ahí sigue el cuadro extremeño en la zona media-alta de la clasificación general, empatado junto a otro de los representantes regionales en la categoría, el Cacereño, y acercándose cada vez más a su objetivo más real y que se ha planteado desde el principio: la permanencia, una temporada más, en la Segunda División B.