La Federación Española de Fútbol (RFEF) y Luis Aragonés buscan una salida para el caso de que una sonada derrota de España mañana en el amistoso contra Argentina conviertan la continuidad del seleccionador en un problema de Estado. Los abogados de ambas partes han entrado en contacto para resolver de la manera menos sangrante posible un contrato que aún no se ha firmado.

En el caso de destitución, la federación no tiene intención de dejar tirado al técnico con una indemnización de siete días por año trabajado, como estipula la ley para contratos de alta dirección sin blindaje, sino que pretende pactar una compensación a plazos. El compromiso contractual apalabrado por las dos partes fijaba unos emolumentos anuales ligeramente superiores a los 600.000 euros brutos hasta la fase final de la Eurocopa del año 2008.

LOTINA Y DEL BOSQUE De forma oficial, sin embargo, nadie admite que la permanencia en el puesto de Aragonés dependa del resultado del partido de mañana. El presidente de la RFEF, Angel María Villar, suspira por un buen resultado frente a los argentinos que baje el nivel del torrente crítico desatado hacia el seleccionador y los dirigentes federativos después de las dos derrotas consecutivas ante Irlanda del Norte y Suecia.

En cualquier caso, la inoportunidad de un choque como el de mañana, con un rival de primera fila mundial, lleva a pensar que los interesados pueden encontrarse con que salga gasolina por la manguera con la que pretenden apagar el fuego. Hay poco que ganar y mucho que perder, como admite un portavoz federativo. Si la fiesta de inauguración de la Nueva Condomina acaba en bronca subida de tono, no habrá vuelta de hoja y Luis tendrá que marcharse a casa.

En previsión de que tales acontecimientos se precipiten, Villar hizo llegar hace días a Miguel Angel Lotina el mensaje de que espere hasta el viernes que viene para aceptar la oferta del Racing de Santander, cuyo presidente Francisco Pernía ya intentó contratarle la semana pasada. El exentrenador del Espanyol sigue siendo la primera opción, por delante de Vicente del Bosque, para relevar a Aragonés.

RELACIONES TENSAS Mientras tanto, los jugadores que ayer dieron la cara intentaron transmitir algo que los hechos desmienten: que no hay tensión ni fisuras en las relaciones de los internacionales con el seleccionador. Fernando Torres, uno de los que mejor le conoce, aseguró que todos le creen cuando les asegura que tiene fuerza y capacidad para solucionar el problema. "En situaciones así es cuando más fuerte se ha sentido y más seguro se ha mostrado de que lo va a sacar adelante. Siempre se crece ante una situación adversa", declaró el delantero del Atlético, que admitió que el partido contra Argentina llega en un momento inoportuno, aunque piensa que el futuro profesional de Luis no depende del resultado del mismo.

Mientras tanto, Sergio Ramos incidió en una tesis difícil de asimilar. "Está claro que estamos a gusto con Luis, es el más adecuado para exigirnos y exprimirnos al máximo", afirmó el defensa del Madrid, mientras que Luis García mostró una esperanza sobre el encuentro de mañana: "Espero que valga para demostrar a la afición que intentamos conseguir que esto cambie". El jugador catalán expresó, sin embargo, su desorientación por vivir a veces "situaciones que se te escapan y no consigues que mejoren", según indicó.