0- Balompédica Linense: Pagola; Francis, Romerito, Carlos Guerra, Antonio Merino, Chico II (Ocaña, 85I), Ismael Chico, Alberto Merino, Juanpe (Ezequiel, 85I), David Hernández (Copi, 78I), Bello.

0- Cacereño: René; Palero, Diego, Tomás, Carrizosa, Lolo (Curro, 70I), Jaraiz (Israel, 79I), Santi Amaro, Alex, Pedro, Santi Villa (Samuel, 90I).

Árbitro: Alvarez Pinardo (Comité Castellano-Manchego). Tarjetas amarillas a los locales Romerito, Alberto Merino y Francis (2, expulsado en el minuto 68); y por visitantes a Diego, Tomás y Jaraíz.

Incidencias: Partido del grupo XIV de Segunda División B. Estadio Municipal de la Línea de la Concepción, con una presencia aproximada de 3.000 espectadores en las gradas. Césped artificial.

La Real Balompédica Linense puso fin ayer a la racha triunfal del Cacereño. Los de Pedro Braojos contaban sus últimos tres partidos por victorias y en las últimas cinco jornadas habían sido capaces de cosechar 13 puntos de 15 posibles, corrigiendo así el pésimo arranque de temporada. Sin embargo, ayer el cuadro cacereño no ofreció ayer su mejor versión, pese a que el punto obtenido le supo realmente bien.

Hasta la expulsión de Francis que dejó a la Balona en inferioridad numérica apenas ofreció señales de vida. El equipo verde cedió la posesión de la pelota a su rival y únicamente pensó en salir al contragolpe. La nota positiva es que la estrategia le funcionó. El resultado final lo demuestra. Las sensaciones que deja el cuadro dirigido por Pedro Braojos, por el contrario, son bien distintas: perdió una oportunidad.

La primera parte fue un monólogo de la Balona. La puesta en escena del Cacereño fue timorata y eso propició que el cuadro gaditano se le subiera a las barbas. En los primeros compases el cuadro local llegó en múltiples ocasiones sobre la portería custodiada por René. Tan sólo la falta de acierto a la hora de concretar sus ocasiones privó a los blanquinegros de coger ventaja en el marcador. Chico II, Bello y Juanpe tuvieron en sus botas el primer gol gaditano, pero el meta del Cacereño realizó su trabajo bajo palos y desbarató todas las intentonas de la línea de ataque.

Bello se erigió en protagonista. El jerezano trajo por el camino de la amargura a toda la defensa del Cacereño, que sufrió de lo lindo para frenar al centrocampista en banda derecha. Una incursión suya por el costado a punto estuvo de desembocar en el primer gol local, pero René atrapó el remate franco de Juanpe. Después los linenses reclamaron un posible penalti de Carrizosa sobre David Hernández por un derribo en el área, pero el árbitro hizo la vista gorda entendiendo que el contacto no había sido suficiente para señalar la pena máxima.

El encuentro era un acoso y derribo de la Balona sobre la meta cacereña. Chico II a punto estuvo de convertir un gol olímpico, pero de nuevo los reflejos de René resultaron providenciales. El meta sacó una mano milagrosa cuando el balón ya se colaba.

Todo el bagaje ofensivo del Cacereño a lo largo de los primeros 45 minutos de juego fue una falta botada por Santi Villa que Pagola atrapó en dos tiempos. Los de Braojos naufragaban a la deriva y parecía que tan sólo era cuestión de tiempo que la Balona se adelantara en el marcador. Pero fue capeando el temporal la zaga como buenamente pudo y al tiempo de asueto se llegó con las tablas iniciales después de que René desviara a córner un auténtico zurriagazo envenenado desde la frontal del activo Chico II.

Tras el paso por vestuarios la decoración no varió. El Cacereño salió con intención de revertir la situación, pero su ímpetu desapareció en minutos. Exactamente los mismos que tardó la Balona en volver a la carga con todo su arsenal. Los de Braojos, con las líneas muy juntas, realizaban un trabajo serio en el centro del campo pero sin ideas en la ofensiva.

POLÉMICA

Los locales se desenvolvieron como pez en el agua y en veinte minutos vieron como el colegiado les anulaba dos goles, ambos por presunto fuera de juego. El primero a Antonio Merino tras un centro desde la izquierda, por posición antirreglamentaria clara. La anulación del segundo fue mucho más protestada por la afición, que entendía que David Hernández estaba en línea con el último defensa cuando cabeceó.

La cosa no pintaba nada bien para el Cacereño, sin embargo, a los de Braojos se les apareció la Virgen cuando el local Francis vio la segunda cartulina amarilla (m.68). A partir de ese momento las fuerzas se igualaron. El Cacereño dio un paso al frente y salió de su madriguera en busca del gol. Lo tuvo a falta de cinco minutos. Santi Villa lanzó un libre directo con mucha intención pero encontró la respuesta de Pagola, inédito hasta ese momento.