REAL MURCIA: Fernando, Alvaro Marín (Sergio García, min. 51), Jordi Hostench (Pumar, min. 10), Sergi Guilló, Armando, Satrústegui (Rafa de Vicente, min. 68), Fran Moreno, Chavero, Carlos Alvarez, Germán y Javi López

MERIDA AD: Raúl Moreno, Pablo (Elton, min. 85), Jhony, Zamora, Morgado, Chino, Joaqui, Borja García, Pedro Conde, Matas (Vivancos, min. 75), Aitor (Troiteiro, min. 88).

GOLES: 0-1 (min. 21) Aitor. 1-1 (min. 74) Morgado, en propia puerta.

ARBITRO: Mena Gimeno (Colegio valenciano). Tarjeta amarilla al visitante Chino.

INCIDENCIAS: Partido jugado el Viernes Santo.

El Mérida arrancó el pasado viernes un punto de la Nueva Condomina en un partido que mereció acabar ganando (1-1). Los de Antonio Gómez se adelantaron cuando el choque estaba llegando al ecuador de la primera parte gracias al tanto de Aitor. Sin embargo, en el tramo final, la mala suerte se cebó con un equipo extremeño que encajó el gol del empate en propia puerta. Morgado fue el protagonista de esta acción.

El conjunto emeritense se puso el mono de trabajo desde los primeros compases del encuentro. Con una muy buena actitud se adueñaron del balón, hecho que les hizo dominadores del juego. El dominio no era estéril, ya que el Mérida empezó a crear sus primeras oportunidades desde el inicio.

La primera acción más clara la disfrutó Pedro Conde en sus botas. Tras anticiparse de manera perfecta a la zaga murciana, el jugador emeritense mandó el balón que le había llegado al fondo de la portería local, pero el asistente ya había levantado la bandera haciendo inútil la jugada. Ni unos ni otros protestaron, sobre todo un Mérida que sin perder el tiempo en posibles protestas que no llevan a ningún sitio seguía a lo suyo. Y es que los de Antonio Gómez se veían muy bien encima del terreno de juego y con las ideas claras para seguir acechando el marco local.

Poco después de la jugada y gol invalidado de Pedro Conde aparecería un cumpleañero Aitor que, tras hacer un caño a Sergi, enganchó un tremendo disparo que se coló en la portería defendida por un Fernando que nada pudo hacer para detener el balón. Se abría la lata, esta vez de manera totalmente legal, en el minuto 21 y con un Mérida que quería más.

SOLIDEZ Los de Antonio Gómez tan sólo mostraban un punto un tanto débil durante la primera mitad, y es que con la posesión del balón el equipo se movía y se coordinaba a la perfección pero en cuanto esta se perdía al equipo le costaba replegarse. Esa brecha intentó explotarla un Murcia que pocas ocasiones crearía desde entonces hasta llegar al tiempo de descanso. Tan sólo a balón parado, en un córner y en una falta que se estrelló en la barrera emeritense, pudo inquietar algo los cimientos defensivos del Mérida.

Tras pasar por los vestuarios el conjunto entrenado por Aira salió a por todas, mordiendo arriba y presionando en campo contrario ante un Mérida que ahora no requería tanta prisa. Durante el primer tramo de la segunda parte llegaron los mejores minutos y momentos de los locales. Con el paso de los minutos el Murcia fue estrechando el cerco a la portería defendida por un Rubén Moreno que a penas había intervenido en lo que se llevaba de partido.

Los locales cada vez iban apretando más y más. Y tanto fue el cántaro a la fuente que al final llegó la igualada para el Murcia. Lo rompió Morgado, sin querer. Y es que el jugador emeritense fue el protagonista de una jugada desafortunada, ya que desvió un balón introduciéndolo en su propia meta ante un Rubén Moreno que descolodado por el cambio de trayectoria nada pudo hacer para evitar el empate.

RECTA FINAL Con la igualada el Murcia y toda su gente se vino arriba, pero los hombres de Antonio Gómez siguieron a lo suyo. En ningún momento el equipo se descompuso ante el mazazo que habían recibido. El Mérida intentó por todos los medios crear jugadas para volver a crear ocasiones para adelantarse una segunda vez en el marcador pero estas no tuvieron el final deseado. Por su parte, los murcianos también lo intentaron, pero corrieron la misma suerte. El marcador ya no se movería.

En suma, muy buen partido de un Mérida que llegó a merecer más que el punto que se acabó llevando.