El capitán del Barcelona, Carles Puyol, reconoció ayer que el vestuario azulgrana "aún está tocado" por el anuncio de que el técnico Tito Vilanova no seguirá al frente del equipo, aunque en su despedida les pidió que la mejor forma de ayudarle era "darlo todo por el club". "Fue un golpe muy duro. Este fue si cabe más fuerte y la verdad es que no nos esperábamos nada. El equipo quedó tocado y aún está tocado. Tenemos a Tito muy presente, desde aquí enviarle mucha fuerza".