Es mucho más que un central. Con 26 años, Puyol ha encontrado el equilibrio perfecto entre el juego y la mentalidad. Su sola presencia intimida a los delanteros. No necesita ni hacer faltas. Siendo un defensa del Bar§a que deja a su espalda más de 40 metros en cada partido, no ha visto ninguna tarjeta amarilla en los 10 primeros partidos de Liga. Lleva apenas 6 faltas en 10 encuentros. A cada acción del capitán azulgrana le rodea un halo heroico. Como si fuera la primera de su vida por el ímpetu juvenil que despliega. Ante el Depor, recuperó 10 balones, perdió uno y no hizo ninguna falta.