Carles Puyol ha vuelto a jugar un partido de fútbol casi siete meses después de su grave lesión en la rodilla derecha. Tan grave fue, que tuvo que ser intervenido en dos ocasiones (la primera en marzo y la segunda en junio). Ahora, ya en octubre, el capitán ha retornado al eje de la defensa azulgrana aunque haya sido en un amistoso.

El partido se ha disputado este jueves en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí ante el Sant Andreu de Patxi Salinas, hermano del exjugador azulgrana Julio Salinas. El resultado (4-1) es lo de menos. Calvet, Munir, Denis Suárez y Planas han firmado los goles de ese combinado entre el Barça y el Barça B, mientras que Boris ha logrado el tanto del equipo de Segunda B.

"Lo mejor ha sido ver que Puyol ya está en forma", ha escrito Julio Salinas en su cuenta personal de Twitter después de asistir a ese duelo amistoso que ha sido la prueba definitiva para verificar el estado físico del capitán azulgrana. Han sido 45 minutos y formando pareja con Javier Mascherano en el eje de la defensa en la primera parte del choque.

Ha ido con mucho tacto, con mucha calma, con mucha cautela Puyol en todo este proceso de recuperación, lejos de las prisas que solían caracterizar sus retornos. A sus 35 años, no quiere correr más riesgos ni recaer de esa grave lesión que le ha tenido fuera de los terrenos de juego más de medio año. Y ahora, cuando está a punto de volver, más delgado que antes incluso, quiere hacerlo sin miedo alguno.