Un joven llamado Maverick Viñales, de poco más de 16 años y que quiere ser notario ("voy a pelear por ello con todas mis fuerzas"), empieza a construir su fama, su gloria, a base de triunfos sonados. A este muchachito, por el que a final de año se pelearán muchos equipos haciendo feliz a su familia y a su manager, Ricard Jové, se le quedó pequeña España e, incluso, Europa y, tras conquistar los dos títulos de 125cc, se ha lanzado al mundo y, en su cuarta carrera (nadie recuerda gesta igual, ni siquiera los amigos de Valentino Rossi), ya ha conseguido ganar su primer gran premio.

Y eso que Jové y el experto Raúl Romero, un viejo zorro del paddock, no pararon de enseñarle, en las últimas tres vueltas, una pizarra más que sugerente: "P2 OK". "La ví, la ví, pero cuando uno tiene su oportunidad ha de aprovecharla, pues nunca sabes cuando se te volverá a presentar una ocasión como esta", dijo el muchacho, que debe su nombre al personaje de Tom Cruise en Top Gun .

Hasta que apareció Viñales en el Mundial, el español más joven en ganar un GP había sido Jorge Lorenzo (Brasil-2003). Ya no. Ahora es este chavalito, que derrotó al mejor, a Nico Terol, al triunfador de las tres primeras carreras de este año. Un periodista le recordó que Paris Hilton, su rica patrocinadora, le prometió una fiesta cuando ganará. "Pues que alguien la llame, que a mi no me coge el teléfono".