En la ruleta rusa de la última jornada de Liga el Deportivo fue el peor parado. El club gallego, que llevaba dos décadas en la élite, con dos títulos de Copa (1995 y 2002) y uno de Liga (2000), cayó al infierno. Dependía de sí mismo ante el Valencia, pero fue incapaz de marcar. Las lágrimas inundaron Riazor, que llegó a disfrutar de unas semifinales de Champions y de jugadores como Bebeto, Mauro Silva y Fran. Eran los tiempos de grandeza. Ahora el futuro es muy diferente, con deudas que son un lastre terrible.

Lotina no seguirá

En los últimos años, la austeridad se había apoderado del club, con Augusto César Lendoiro siempre al frente. La época de grandeza no se supo gestionar bien y empezaron a aparecer goteras por todos sitios. Con una economía de guerra y fichajes de poco lustre, el desastre podría aparecer en cualquier momento. El desastre se consumó en la medianoche del sábado. El Depor fracasó ante el Valencia, el mismo rival que le privó de la Liga 17 años antes con el famoso penalti fallado por Djukic. "No es lógico descender con 43 puntos. No lo merecemos, pero no hemos tenido ni una gotita de suerte", dijo Lotina. El técnico vasco, que ya sufrió un descenso similar con la Real Sociedad, no seguirá tras cuatro temporadas. Tampoco la mayoría la plantilla.