Tuvo algo de festiva la convocatoria a la prensa que organizaron entre el Cáceres Patrimonio de la Humanidad y el ayuntamiento de la ciudad, la primera del ámbito deportivo desde que el club realizó una el 12 de marzo, a pocas horas del ‘fin del mundo’ que vino después. Lo más llamativo ayer fue seguramente lo que dijo el alcalde, Luis Salaya, extensible a los otros clubs de la capital cacereña, respecto a la ayuda que van a recibir en un momento de zozobra respecto al futuro: «Quiero garantizar que van a estar como mínimo en la misma categoría en la que estaban, pero no puedo hacerlo hoy [por ayer]. Estamos haciendo muchos números y trabajando para poder hacerlo. Dentro de unas semanas esperamos poder conseguirlo».

Salaya dijo bajo los soportales de la casa consistorial que el ayuntamiento «afronta una situación difícil, con un plan financiero para ajustar nuestro gasto. No estoy abonando un recorte al equipo, pero tenemos todavía que hacer muchos números».

Lo apuntó después de reiterar que «el deporte es muy importante para la ciudad en dos sentidos: en el de la actividad física, porque es fundamental y tenemos las condiciones para ser un sitio más habitable, y también el valor simbólico para ser referencia gracias a nuestros clubs».

EL BALANCE DEL CLUB / 84 días después de aquella mañana en el Multiusos, repitieron los cuatro protagonistas que hablaron por el Cáceres para hacer balance de lo sucedido y hablar de lo que viene por delante: el presidente, José Manuel Sánchez; el director deportivo-gerente, Sergio Pérez; el entrenador, Roberto Blanco, y el capitán, Luis Parejo.

«Ha sido una temporada atípica, con un sabor agridulce. En lo deportivo nos habíamos posicionado bastante bien para jugar el ‘playoff’, con muchas ganas e ilusión. Nos presentamos a la fase de ascenso que se decidió y que no se ha podido disputar por motivos de salud y económicos también. Ha sido una tristeza porque pensábamos que podíamos dar mucho de sí», apuntó Sánchez.

Más hacia el futuro miró Sergio Pérez, aunque asumió que no se ha dado ningún paso concreto para la próxima temporada todavía debido a la indefinición que hay, tanto a nivel de patrocinios públicos y privados que pueda lograr el Cáceres como de organización de la propia LEB Oro. «Todo es un proceso. Uno trabaja en función de lo que puede y lo que estamos haciendo es acabar la temporada 19-20 en todos los aspectos. Cuando tengamos más a lo agarrarnos, nos pondremos con la 20-21, pero estaremos todos de acuerdo con que es complicado hacerlo con tantas incógnitas», explicó.

«Intentaremos garantizar la viabilidad en todos los aspectos. Cuando consigamos los apoyos necesarios, veremos. El compromiso del club siempre va a ser trabajar al cien por cien para poder salir adelante», declaró el ‘hombre fuerte’ de los despachos en la entidad, que asumió que «muchas empresas están sufriendo ahora mismo».

El papel de la Federación Española se prevé importante para facilitar la inscripción a las ligas a sus asociados. «Hay que ajustar muchas cosas todavía y esperemos que todo se tenga en cuenta», apostilló. También se mostró escéptico sobre disputar partidos sin público a este nivel. «¿Para qué juegas entonces?», se preguntó. «Hay que dejar pasar el tiempo aún, pero si se da cierta seguridad a nivel de salud, hay que intentar volver a la normalidad», deseó.

Por su parte, Blanco presumió del «momento dulce» en el que estaba su equipo y pidió para lo que está por venir «conseguir una comunión igual que la que sentíamos en el día a día, no solo en el Multiusos».

Cerró la mañana Luis Parejo, uno de los emblemas del vestuario: «Teníamos unas sensaciones muy buenas, pero llegó esto de repente... Mentalmente ya estamos afrontando la temporada que viene, sabiendo que va a ser un verano diferente, más largo que otros. Las circunstancias han cambiado». Eso sí: quiere seguir en el equipo.