Es paratriatleta y se ha convertido, a sus 54 años, en el único deportista capaz de completar cinco pruebas en el Campeonato de Europa Multideporte disputado en Rumanía, donde consiguió tres medallas de oro y dos platas. Con este nuevo logro el extremeño cumple su mayor objetivo de la temporada, que está a punto de acabar, y uno de los retos más importantes de su trayectoria.

Valora esta temporada como «muy muy buena» independientemente del resultado que obtenga en las dos competiciones importantes que le quedan: el Campeonato del Mundo de Triatlón Sprint en agosto y el Campeonato de Europa de la misma modalidad que tendrá lugar en Valencia.

Joaquín Carrasco, más conocido como ‘Quini’ (1965), empezó en el mundo del deporte desde muy pequeño dedicándose al baloncesto, en las filas del Cáceres CB, equipo de su ciudad natal, en el que debutó con el primer equipo cuando tenía tan solo trece años. Su vida cambió radicalmente al perder el brazo izquierdo en un accidente de circulación, a los 20 años. «Fue en un accidente de moto, yo iba a pescar una mañana con un compañero y un coche que adelantó nos llevó de frente».

Supuso un punto de inflexión en su vida y en su relación con el deporte, que se convirtió en un pilar fundamental y en uno de sus mayores apoyos para poder empezar de nuevo. «El deporte me ayudó muchísimo a la hora de reponerme y superar ese bache. Ya tenía una disciplina de entrenamiento y de sacrificio. Empezar de nuevo con tu vida es eso, sacrificio y entrenar para poder hacer otra vez lo que hacía antes con dos brazos».

Un nuevo comienzo

«En la época en la que empecé casi nadie conocía el deporte paralímpico, ahora es un deporte de élite que todo el mundo conoce y que está situando a España en los puestos más altos». Retomó el baloncesto y después se pasó al atletismo, modalidad en la que llegó a competir en los Juegos del 88 en Seúl, en Barcelona en el 92 y en los Juegos en Sidney en el año 2000. Tras estos últimos decidió dejar la alta competición y comenzó su andadura en el triatlón. Fue en el año 2009 «cuando la Federación abrió un Campeonato de España de triatlón me llamó la atención por la dificultad. Me enganché, salió bien y me animó a seguir, siempre buscando cosas distintas», relata.

Un entrenamiento diario que suma alrededor de veinte horas a la semana «entre unas cosas y otras», combinado con constancia, un carácter luchador y motivado por un gran afán de superación han llevado al extremeño a alcanzar importantes clasificaciones, como el quinto puesto en el Mundial en 2017 o una medalla de plata en el Campeonato de Europa de ese mismo año.

Quini cuenta desde el primer momento con el apoyo de su familia; de la ciudad que, con orgullo, le vio crecer como persona y como deportista y también agradece lo que ha hecho por él el que ha sido su entrenador, Lázaro García, además de las ayudas recibidas por las distintas instituciones. «No tengo ninguna queja, desde mis primeros Juegos Olímpicos siempre he recibido ayudas del ayuntamiento y un fuerte apoyo por parte de la Junta» dice agradecido. Aunque como para todo deportista de alto nivel, no le es fácil compaginar su vida personal con su vida profesional.

A punto de terminar la temporada y muy satisfecho con los resultados obtenidos hasta el momento, al ser el único participante en conseguir acabar cinco pruebas en el Campeonato de Europa de Multideporte que ha tenido lugar en Rumania este mes de julio, consiguiendo tres oros y dos platas, todavía no se plantea nuevos retos para la campaña que viene. Aunque «siempre cabe la posibilidad muy remota y muy difícil de estar en los juegos representando a España», confiesa.

Lo que sí es seguro es que el atleta no piensa retirarse, por lo menos hasta que su cuerpo se lo permita. «Me gusta el deporte y me gusta competir, lo voy a seguir haciendo siempre. Sé que llegará un momento en el que tenga que bajar de nivel, pero no lo dejaré».