La Liga se acabó para Quique Sánchez Flores mucho antes de lo esperado, aunque en Valencia más de uno hacía tiempo que miraba el calendario para fijar la fecha de su destitución. Y esta llegó de madrugada. El entrenador valenciano fue relevado del cargo a las cinco de la mañana del pasado lunes, después de que la junta directiva se reuniera de forma extraordinaria tras la goleada encajada ante el Sevilla (3-0).

El presidente, Juan Bautista Soler, se quedó sin argumentos para defender al técnico y acabó cediendo a la presión de sus directivos y de la afición. Oscar Fernández, técnico del filial, se hará cargo momentáneamente del equipo, que mañana recibe al Madrid en Mestalla.

Sánchez Flores, de 42 años, que se convierte en el segundo técnico cesado esta temporada tras Abel Resino, del Levante, había sido muy criticado por el juego del equipo, que el domingo culminó su semana más negra tras caer ante el modesto Rosenborg en la Champions (2-0) y frente al Sevilla en la Liga.

LA AFICION, EN CONTRA El técnico también era muy discutido por los aficionados y en Mestalla los cánticos contra él se habían convertido en algo habitual por el pésimo juego del equipo y los malos resultados. De los cuatro encuentros disputados en casa, el Valencia ha ganado dos y perdido otros dos, ante el Villarreal (0-3) y el Espanyol (1-2). A pesar de todo, el conjunto levantino sigue con opciones de clasificarse para los octavos de la Champions y en la Liga ocupa la cuarta posición, con 18 puntos, a cuatro del Madrid después de nueve jornadas.

"Me voy con la cabeza alta y con el convencimiento de que estábamos preparados para conseguir los objetivos al final de temporada", dijo Sánchez Flores, que en los dos años que ha dirigido al equipo lo ha clasificado para la Liga de Campeones e incluso la pasada temporada luchó por el campeonato. "Quiero dar las gracias al Valencia por haberme dado la oportunidad de entrenar a un grupo de élite", añadió el preparador.

Sánchez Flores, que ya empezó esta temporada muy desgastado por la pugna de poder que mantuvo el año pasado con Amedeo Carboni, director deportivo tampoco ha tenido suerte con las lesiones, ya que hombres clave en su esquema, como Vicente y David Villa, han estado más fuera del campo que dentro.

Por todo ello y por la poca paciencia de un club cuando los resultados no acompañan, Soler se vio obligado a despedirle. "La decisión no ha sido fácil, pero pensamos que es lo mejor para lograr los objetivos de esta entidad, que debe estar entre las mejores de Europa", dijo ayer el presidente, que espera que esto sirva de revulsivo cara al partido de mañana frente al Madrid.

El Valencia hace tiempo que empezó a hablar con entrenadores. Uno de ellos es Marcello Lippi, exentrenador de la Juventus y exseleccionador de Italia, con la que ganó el Mundial de Alemania. Ayer afirmó que no volverá a entrenar hasta la próxima temporada. Fabio Capello y José Mourinho también suenan.