Samuel Etoo dejó de jugar en el Zaragoza-Barça del 25 de febrero del 2006. Harto de oír sonidos de mono y gritos racistas, enfiló el camino hacia los vestuarios. «No juego más», repetía mientras el árbitro Esquinas Torres intentaba frenarle, sin saber como proceder. Los jugadores y Rijkaard trataron de convencerle de que siguiera en el campo. El madridista Roberto Carlos sufrió semejantes ataques en muchos campos.