Rafael Nadal y David Ferrer ya están en tercera ronda del Masters de Cincinnati. El tenista mallorquín se deshizo de Taylor Dent por 6-2 y 7-5. David Ferrer, por su parte, mostró su mejor versión para apear del torneo a Sam Querrey. Mardy Fish impidió que la Armada tuviera un día de gloria en el triple enfrentamiento contra tenistas locales, ya que se impuso a Fernando Verdasco por un estrecho 7-6 (7/1) y 7-6 (7/4).

No fue el debut soñado para Nadal. El número uno mundial comenzó arrollando a Dent, un fornido sacador que una y otra vez veía como Nadal aprovechaba sus errores con el primer servicio para imponerse a su segundo. Tanta fue la superioridad que Dent se llevó una cerrada ovación de su público cuando, tras ir 4-0, sumó su primer juego. En el segundo set las cosas fueron muy diferentes. Nadal desperdició una opción de rotura en el primer juego, pero luego, con 2-3 en el marcador, Dent no desperdició la segunda bola de break de que dispuso. El mallorquín lo contrarrestó en el siguiente juego rompiéndole el servicio en blanco, pero se veía que no estaba cómodo. Claro que no es fácil ante un jugador que llegó a servir a 240 km/h.

PARTIDO RAPIDO Dent ya no tuvo opción de spbreponerse cuando Nadal logró otro break que le dio la oportunidad de servir para ganar. "El rival no acomañaba para jugar un gran partido ni para coger ritmo" lamentó Nadal. Esta pista es más rápida que la de Toronto y estaba ante un sacador que evita los rallys". Más del 50% de los puntos disputados se solventaron en menos de tres golpes, lo que da una idea de cómo fue el choque, resuelto en una hora y 23 minutos. El francés Julien Benneteau, que viene de derrotar a Llodra y Wawrinka, será su rival por una plaza en cuartos de final.

Mejores sensaciones destiló Ferrer ante Querrey. El jugador alicantino mantuvo un duro pulso con su rival en el primer set, que estuvo en el aire hasta el último momento. Ferrer, muy seguro con el servicio, logró un break que le ponía 6-5, pero luego, con servicio de Ferrer, el estadounidense tuvo dos bolas para recuperarlo, ambas despercidiadas.

Ese desenlace fortaleció a David Ferrer, que en el segundo ser rompió dos veces consecutivas el servicio de Querrey hasta ponerse 5-1. El americano pudo salvar dos bolas de partido con su saque, pero el español se adjudicó el siguiente juego en blanco y sentenció.