José Perlas no salía de su asombro cuando pisó por primera vez las pistas donde esta semana se está jugando el torneo de Sao Paulo. El técnico escribía en su Twitter: "El único problema de Sao Paulo son las pistas que están en pésimas condiciones y las pelotas que son de supermercado. Esperemos que nadie sufra un accidente", se quejó el técnico, antes de que su actual pupilo, el italiano Fabio Fognini, fuese eliminado rápidamente en primera ronda. Más contundente se mostró el alemán Dustin Brown, que se torció el tobillo al caerse. "Estas pistas son una mierda", dijo de las pistas de tierra, construidas en poco tiempo, sin poder asentarse, en el pabellón Gimnasia de Ibirapuera de Sao Paulo.

Las quejas de los tenistas han sido generales estos días aunque la organización insiste que están en condiciones para jugar. "Había problemas al principio pero las pistas ya están bien", valora el director del torneo Roberto Burigo. A pesar de eso, el martes Nadal, la estrella del torneo, fichada a golpe de talonario, decidió renunciar a jugar el partido de dobles de segunda ronda para evitar riesgos innecesarios con su rodilla. El actual número 5 mundial optó por disputar únicamente la prueba de individuales en la que la pasada madrugada debutaba en octavos de final ante el brasileño Joao Soares. "Es una pena no volver a jugar juntos, pero Rafa debe cuidarse. Acaba de salir de una larga lesión y debe pensar en el duro año que le espera", dijo el argentino Nalbandián, compañero de dobles de Nadal.

El exnúmero 1 mundial sufrió una caída en el primer partido de dobles que ganó junto a Nalbandián ante 9.000 aficionados.