Rafael Nadal ya está en semifinales en el Masters 1.000 de Toronto. El tenista mallorquín batió anoche al alemán Philipp Kohlschreiber (3-6, 6-3 y 6-4), tras haber derrotado en la madrugada anterior al surafricano Kevin Anderson por 6-2 y 7-6 (8/6), y peleará hoy por un puesto en la final con Andy Murray, verdugo de David Nalbandian (6-2 y 6-2).

"He jugado peor de lo que debería. Al menos, sin la chispa que se necesita para ganar un partido", explicó Nadal. Por más que en los últimos juegos Kohlschreiber enterrara todas sus esperanzas ante el vendaval mallorquín, lo cierto es que el número uno dio mejores sensaciones el jueves ante el cañonero Anderson. Ayer, quizá por pasar de jugar en horario nocturno a hacerlo en plena canícula canadiense, empezó el partido dormido. "He cometido muchos errores al comienzo. Le he hecho jugar bien sin que tuviera que hacer nada", dijo Nadal para definir el primer set, que se anotó Kohlschreiber. En el segundo igualó la balanza, pero su juicio no fue más clemente: "He tenido suerte en la segunda manga y eso me ha dado confianza".

Mucho mejor sensación dio el jueves, en horario nocturno en Canadá. Empezó el encuentro dominando con facilidad y fue capaz de bloquear los cañonazos de Anderson, un rubio larguirucho de 2,03 metros de altura que enganchaba saques a 220 kilómetros por hora. Pero en la segunda manga, Nadal se complicó el partido al perder su servicio cuando iba por delante (4-3) lo que permitió que su rival se despertase. El surafricano se puso incluso arriba en el marcador (5-6) pero el de Manacor logró recuperarse a tiempo.