Carrera sin mucha historia la disputada hoy en Montmeló, en la que el finlandés Kimi Raikkönen se ha llevado su segunda victoria tras ocupar la primera posición de principio a fin. Felipe Massa fue el segundo clasificado, demostrando la supremacía de Ferrari, mientras que Hamilton remontó dos puestos para ser finalmente tercero. Fernando Alonso se vio obligado a abandonar la carrera en la vuelta 34, cuando ocupaba la quinta posición y luchaba con los de arriba. Kovalainen dio el susto la jornada al sufrir un aparatoso accidente, aunque se ha confirmado que se encuentra bien.

En la salida ya se demostró que la carrera iba a ser un paseo rojo. Alonso, que no salió mal, no pudo evitar que Massa le superasa en la primera vuelta, con lo que el brasileño y su compañero Raikkönen se colocaban en cabeza. Y no se iban a mover de ahí. Una vez más se demostró que en el Circuit de Montmeló quien consigue la pole tiene prácticamente asegurada la victoria. También Hamilton avanzaba una posición en la salida, situándose detrás de Alonso y delante de Hamilton.

Antes de terminar esa primera vuelta tuvo que intervenir en Safety Car, tras un accidente entre Sutil y Vettel, en lo que era un presagio de lo que iba a ser la carrera. Y es que han sido hasta nueve los pilotos que no han conseguido llegar a meta. El siguiente en abandonar era Nelsinho Piquet, quien sufrió un incidente con Bourdais.

Las posiciones se mantuvieron hasta la primera entrada a boxes, con los cinco primeros pilotos muy igualados. Fue Fernando el primero en parar, denotando que, efectivamente, iba más descargado, aunque no mucho más tarde entraron los demás. Aún así, el asturiano fue quien más lo pagó, y en el "restablecimiento" de la carrera, era sexto.

Y en ese momento llegó el susto del día. En la vuelta 21 Kovalainen supuestamente pisaba alguna pieza sobre el trazado y veía como su rueda se desintegraba, con lo que no pudo girar en la curva 9. El piloto finés hizo un tremendo recto y se estampó a toda velocidad con la protección exterior, quedándose completamente clavado debajo de los neumáticos. Instantáneamente aparecieron tanto el coche médico y como el Safety Car. Lo que se vivió a continuación fueron unos momentos de verdadera incertidumbre, al no ofrecerse imágenes y no saberse absolutamente nada de Heikki. Después de unos minutos eternos Kovalainen saluda pulgar en alto mientras era llevado en camilla. Todo había quedado en un tremendo susto, gracias a Dios.

Después del consecuente safety car Alonso era quinto, tras rebasar a Heidfeld, quien se vio obligado a un pit stop por entrar en boxes cuando no podía. El piloto asturiano estaba con los de cabeza, y se antojaba una verdadera lucha a muerte entre los cinco primeros. Sin embargo, justo en ese momento el motor de Alonso, sin tocar en cuatro carreras, dijo basta y reventó, obligando a `Magic´ a abandonar la carrera cuando más estaba disfrutando. Una verdadera lástima para el piloto y para el público, a quien Fernando agradeció inmediatamente su presencia.

Las últimas vueltas fueron un mero trámite. Con Raikkönen inalcanzable, el único interés se centró en un tímido intento de Hamilton de alcanzar a Massa, algo que no logró el británico, y en la lucha por los puntos entre Nakajima, Trulli y Heidfeld, quien finalmente fue el peor parado y se quedó por primera vez sin puntuar.

En definitiva, nuevo paseo triunfal de Raikkönen, que logra su 17ª victoria y afianza su liderato en el Mundial, secundado por su compañero Massa, demostrando que los del "cavallino rampante" son hoy por hoy los dominadores. Hamilton comienza cumpliendo su "promesa" de los quince podios, mientras que Kubica, finalmente cuarto, salvó el honor de los BMW, que no vivieron hoy su mejor día, sobretodo en lo que respecta a Heidfeld, quien tuvo que entrar hasta en cuatro ocasiones en boxes.

Alonso, por su parte, demostró que el paso de Renault ha sido más grande de lo que se esperaba en principio, y, pese a que no es suficiente para equipararse con los Ferrari, McLaren y BMW, sí le va a permitir al asturiano rodar siempre por los puestos de arriba y buscar una sorpresa en forma de victoria. Este fin de semana ha demostrado que eso puede ser realidad, aunque hoy su motor se empeñó en romper ese sueño.