Dos puntos no son mucho, ¿o sí ? Más allá de esa ventaja recortada por Fernando Alonso a Lewis Hamilton, el Gran Premio de Gran Bretaña recogió el primer error del inglés --se precipitó al salir del box-- y la confirmación de que Ferrari sigue un pasito por delante de McLaren. Kimi Raikkonen ganó su tercera carrera de la temporada, la número 750 de la escuderia que, precisamente, comenzó en Silverstone a escribir su extenso palmarés. Fue en 1951, cuando el argentino José Froilán Rodríguez consiguió el primer trofeo para las vitrinas de Maranello.

Estas son las carreras que le gustan al español, sin averías mecánicas como en Francia, sin la lotería del coche de seguridad como Canadá: una lucha limpia. Esta vez, además, McLaren le concedió una libertad relativa. Hamilton eligió primero la estrategia, pero en lugar de ajustarse una vuelta arriba o abajo del inglés, Alonso apostó por otro rumbo. Sacrificó la pole y cargó más gasolina. Y la apuesta le salió bien.

De la lucha por la victoria se cayó pronto Felipe Massa. El brasileño caló su coche tras la vuelta de formación y tomó la salida desde el pit lane para comenzar una espectacular remontada que, tras un rosario de adelantamientos, le llevó a la quinta plaza final, favorecido por una gran carga de gasolina que podía haberle conducido al triunfo, al menos a completar el doblete para Ferrari.

No fue así y en la segunda salida, Hamilton hizo valer su pole y aguantó bien su posición en la primera curva ante Raikkonen. Hamilton lideró la carrera en su inicio para delirio de los 100.000 británicos que abarrotaban Silverstone, pero el inglés y, sobre todo, los dos depredadores que llevaba tras él, sabían que sería una alegría efímera.

Presionado por la situación, Hamilton cometió su primer error. Su jefe de mecánicos dio vuelta al lolly pop (piruleta) que indica que el piloto debe engranar primera y esperar a que se levante la piruleta para iniciar la marcha, pero Hamilton arrancó antes de tiempo. Se dio cuenta y se detuvo un metro después, suficiente para que la manguera se atascara un instante. "No perdí mucho tiempo, pero sabía que había cometido un error", reconoció el inglés. Raikkonen sacó lo mejor del Ferrari con espacio libre por delante y voló durante dos giros, repostó y salió por delante de Hamilton.

REPOSTAJE METEORICO Dos vueltas después (20) se detuvo Alonso. El español varió entonces su estrategia para buscar el triunfo. Sabía que tenía ya superado a Hamilton por el error del inglés en su repostaje, pero decidió cargar menos gasolina para emplear menos tiempo en su parada y salir también por delante de Kimi. "Con la misma estrategia me quedaría por detrás de Kimi, y con el cambio tenía alguna oportunidad saliendo por delante", desveló el bicampeón español. Apostó por la segunda y regresó a la pista líder tras un repostaje meteórico.

Alonso tiró al máximo para buscar una ventaja suficiente para aguantar su primer puesto en el segundo repostaje. Kimi se detendría cinco vueltas después, así que necesitaba casi 10 segundos. Imposible. El finlandés se mantuvo a 2,4 segundos cuando Alonso entró en la vuelta 37.

En la lucha por la victoria en ese segundo relevo, Alonso y Kimi dieron un recital de pilotaje y dejaron a más de medio minuto a Lewis Hamilton, mucha diferencia, un mazazo para el inglés aún mayor que el error en el repostaje o los dos puntos perdidos respecto a Alonso.

La carrera ya estaba decidida. Los tres rebajaron el régimen de giro para preservar el motor cara a Alemania y el único interés radicaba en ver si Massa podía también con Robert Kubica, pero el polaco se defendió bien y el brasileño acabó quinto tras una espectacular remontada.