Sergio Ramos, defensa internacional del Real Madrid, se mostró molesto por la falta de apoyo público de sus compañeros y el club, tras su última expulsión en Mallorca, y afirmó que le sorprendió no escuchar a nadie que valorase que los comités le retiraron la segunda cartulina amarilla.

"La verdad es que me sorprendió no escuchar a ningún compañero, ni a nadie del club, que dijera nada respecto a ese tema, pero es la realidad y hay que asimilarla. No espero nada por parte de nadie, estoy contento con lo mío e intento aprender sólo", aseguró molesto.

Fue la respuesta de Sergio Ramos a declaraciones como las que realizó Gabriel Heinze, que dijo en rueda de prensa que su compañero tenía "que aprender a tranquilizarse un poco" o a la ausencia de manifestaciones de directivos y responsables de la dirección deportiva del club.

"Nadie es tonto y todo el mundo sabe muy bien lo que quiero decir. Me he sentido un poco solo, pero hay que mirar hacia adelante", manifestó Sergio Ramos. El andaluz ha sido expulsado en ocho ocasiones en las últimas tres temporadas.

INFILTRACIONES De otro lado, Sergio Ramos reconoció que ha tenido que ser infiltrado por los médicos del Real Madrid para jugar varios partidos, un hecho del que admitió no se arrepiente porque dijo que lo hizo "por el equipo" aunque, a la larga, no sean acciones beneficiosas para un futbolista.

"Las infiltraciones no son buenas y si son tantas peor, pero eran partidos importantes que nos gustan jugar a todos los futbolistas. A veces hay que ser más calmado y pensar en uno mismo para que después no te pase factura durante un par de meses", dijo. "No me arrepiento de haberme infiltrado porque lo hago por el equipo, pero si no estás al cien por cien no llegas a tiempo, y esas milésimas marcan la diferencia a la hora de recibir una tarjeta. Los errores están para aprender y corregirlos", agregó.

Precisamente el tema de sus amonestaciones, centró buena parte de la rueda de prensa de Sergio Ramos. Tras mostrarse molesto con sus compañeros y el club, por no defenderle públicamente tras una expulsión injusta en Mallorca, como reconocieron posteriormente los comités, el defensa admitió que le han colgado "una etiqueta".

"Respeto a los árbitros, tienen derecho a equivocarse, pero no estoy contento con algunas actuaciones", declaró el jugador ante los periodistas.