Seis partidos, seis derrotas. Al extremeño José Manuel Calderón le está costando conseguir la primera victoria. Puede que los Toronto Raptors la lograran anoche en su difícil visita a Philadelphia, pero en la ciudad canadiense ya empiezan a hacer cálculos en tono negativo.

De momento, es el peor arranque de la historia del club, el único de la NBA que no ha ganado todavía un encuentro junto con los Atlanta Hawks. Eso sí, aún están lejos las pésimas marcas de Miami Heat y Los Angeles Clippers, que empezaron las temporadas 88-89 y 99-2000 con 17 derrotas. Toronto sí perdió 17 partidos seguidos en la temporada 95-96, pero no en el inicio. Aquella campaña fue la peor de la entidad: ganó 21 partidos de 82 posibles.

Otro récord que intentarán evitar será el de peor balance en una temporada. Philadelphia tiene ese dudoso honor (9-73 en la 72-73), seguido de Dallas y Denver (11-71 en las 92-93 y 97-98, respectivamente).

El papel de Calderón

Aparte del de anoche, Toronto jugará tres partidos esta semana --ninguno aparentemente asequible-- y la semana que viene afrontará una dura gira por el oeste. La prensa local ya habla de una temporada de transición, para dar la mayor progresión posible a los jóvenes.

Calderón aparece en un escenario similar al que vivió Pau Gasol hace cinco temporadas en Memphis. El catalán tuvo que esperar a su noveno encuentro para saber lo que era ganar en la NBA (17 de noviembre del 2001, ante Cleveland Cavaliers, por 98-93), pero tuvo muchos minutos en un equipo en clara reconstrucción . Mientras, el base extremeño mantiene un promedio de 28,3 minutos, con casi más asistencias (7,2 por partido, noveno de toda la NBA y el mejor novato) que puntos (7,8). A menudo coincide en pista con el base titular, Mike James.