En un insólito e inesperado comunicado médico, el Barça informó ayer que Ronaldinho no sufre "ninguna lesión tendinosa ni muscular". O sea, tiene "molestias clínicas" en el aductor de la pierna derecha, indetectables salvo para él, pero no está lesionado, según reveló la resonancia magnética a la que fue sometido. Tal cual. Después de una semana llena de polémica por su ausencia en Almería, el club dio un golpe sobre la mesa con una escueta pero contundente nota sobre su estado físico.

De nuevo, el caso Ronaldinho se ha reabierto. Y ahora la situación se ha envenenado todavía mucho más porque la paciencia de la junta con la estrella parece haberse agotado y Rijkaard también está molesto con su conducta. Ayer, después de una jornada convulsa, el Barça de una forma explícita vino a confirmar que el jugador no está lesionado.

SEIS MINUTOS Para empezar el día, Ronaldinho se quedó en el gimnasio y después apareció en el campo de La Masia. ¿Cuándo? Media hora más tarde que sus compañeros. En el campo por no estar no estaba ni Rijkaard, quien prefirió quedarse en el despacho. A las once estaba fijado el inicio de la sesión. Ronaldinho llegó después (11.32 h).

Apenas seis minutos más tarde (11.38 h), el brasileño abandonaba el campo de entrenamiento. Cuatro carreras mal contadas, al trote prácticamente, un par de saludos protocolarios con Abidal y Pinto y, de nuevo, al gimnasio. Luego, ni rastro de Ronaldinho.

El lío no terminó ahí. Al comprobar "la persistencia de las molestias musculares", los médicos tomaron una decisión. Sometieron al brasileño y a Deco a dos resonancias magnéticas al mediodía para despejar cualquier sospecha. Horas más tarde (17.57 h), el club optó por informar. En el caso de Deco se concreta una lesión --"elongación de grado uno en el sóleo de la pierna derecha", apunta el comunicado--, algo que no sucede, sin embargo, con Ronaldinho. "La resonancia ha revelado que no existe ninguna lesión tendinosa ni muscular".

Hay otra gran diferencia en la fecha de reaparición. De uno se sabe; del otro, no. "El jugador iniciará un plan de trabajo específico para recuperarse de cara a la eliminatoria del Schalke", se anuncia al referirse a Deco. "El jugador recibirá un tratamiento específico para solucionar las molestias clínicas que presenta", dice sobre Ronaldinho.

Frank Rijkaard, que fue uno de los que avaló a principios de la temporada la continuidad del brasileño, sabe lo que sucede. Pero no quiere airearlo, consciente de que sería aún peor. Pero la relación entre ambos ya no es la misma. Entre otras razones porque el jugador no le ha devuelto en el campo al entrenador la confianza que le ha dado fuera. Y en su quinto año en el Camp Nou (tiene contrato hasta el 2010), la estrella se consume porque no desequilibra y ni siquiera juega. Tan solo ha disputado nueve de los 19 partidos del Barça en los tres meses del 2008 y aunque no esté lesionado, no se le espera el jueves en Mestalla. Nadie sabe cuándo volverá.