El Schalke se juega, en la final de la Copa de Alemania ante el Duisburgo de Segunda División (20.00 horas, Marca TV), prácticamente toda la temporada y parte de las perspectivas para la próxima ante un equipo que no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. El favoritismo del Schalke es casi absoluto y no hay nadie que lo niegue. A esa presión propia del favorito se agrega la de tener que alzar la Copa, no solo para cerrar de manera conciliadora una temporada que, en lo que se refiere a la Bundesliga, ha sido decepcionante, sino también para abrir las puertas de Europa.

Este trofeo puede terminar salvando la primera temporada de Raúl en el club de Gelsenkirchen, que, en lo que se refiere a la Bundesliga, ha estado claramente por debajo de las expectativas. El español se ha convertido en solo una campaña en todo un ídolo de la hinchada germana.