El derbi capitalino presentó en las filas madridistas cuatro caras nuevas, Carvalho, Di María, Ozil y Khedira, sin duda atractivos esperados en el Bernabéu, pero el templo merengue, aún en horas felices, añoró a dos de sus grandes clásicos en el partido que divide el corazón de la ciudad, Raúl González y José María Gutiérrez ´Guti´.

Rostros familiares forjados por los años, temporada a temporada. Nombres ilustres, futbolistas de la casa que se fueron con galones a finalizar sus carreras al extranjero. Raúl, cincelado en la cantera colchonera, vio desde Alemania el que hubiera sido su derbi número 27, todo un estandarte de un jugador carismático que siempre le amargó la noche al Atlético. Le tenía tomada la medida al vecino aquel muchacho que aún imberbe debutó con 17 años.

La grada echó de menos al excapitán, que dejó el club para marcharse al Schalke 04 con el recuerdo de haber marcado 11 goles. Muchos de ellos sirvieron para ganarle al Atleti en 15 ocasiones, empatar en 8 y tan solo perder dos encuentros. Un talismán, o algo muy parecido. En todos sus años de blanco sólo se perdió un derbi y por estar en el Mundial sub-20 de Qatar.

Olvida el fútbol si hay resultados, pero el recuerdo de Raúl planeó en ambas áreas del Bernabéu. Ahora ayudan a olvidar las penas Higuaín y Cristiano Ronaldo, entre otros, pero faltaba una pieza demasiado habitual, la de aquel jugador infatigable, goleador y peleón que causó más de un dolor de cabeza a la zaga colchonera durante casi tres lustros.

Junto a Raúl, solo hay un futbolista que ha disputado en la última década todos los derbis: Guti. Nuevos tiempos en el Bernabéu, que se agarró a la sonrisa actual del liderato, pero con el recuerdo de dos históricos.