Luis Aragonés no respeta galones. Si la semana pasada la tuvo con Cañizares, ayer le tocó el turno a Raúl tras un entrenamiento muy pobre del capitán de la selección. El delantero falló varios goles cantados en el partidillo matinal, que acabaron ganando los suplentes 2-0, con tantos de Reyes y Albelda. Una vez finalizado, el seleccionador hizo un aparte con el madridista, que no encajó de buen talante que le llamasen la atención delante de sus compañeros, que miraban la escena unos metros más allá reponiendo líquidos.

Raúl hizo varios intentos de dejar con la palabra en la boca a Aragonés y finalmente se acercó al lugar donde los demás bebían. Allí fue después el seleccionador, le agarró del brazo y le obligó a seguir escuchándole. El tono recriminatorio del técnico era evidente, lo mismo que el creciente malestar del futbolista.

PAPEL DE SUPLENTE Todo lleva a pensar que Raúl se siente cada día más incómodo con la suplencia. Una circunstancia que sus compañeros no dejan de negar. No pueden hacer otra cosa. Ayer fue Ramos quien lo hizo minutos después del altercado. "Es el capitán y está bastante bien. Ya sabemos lo que es, una referencia salga a jugar o no. Nos va a aportar muchas cosas. Está feliz por estar aquí".

El jugador de Camas, que en el encuentro de Leipzig se convirtió en el español más joven en debutar en un Mundial, manifestó que "Raúl es el capitán y está bien" y que "va a aportar" muchas cosas al equipo. Sergio Ramos indicó que los titulares ante Ucrania, que podían repetir ante Túnez, no pueden relajarse en los entrenamientos. "Está claro que eso es lo mejor del grupo porque los que no han jugado saben que en cualquier momento pueden entrar. Hay compañeros que quieren jugar y en estos partidos que hacemos todos los días hay mucho nivel por ello", señaló el defensa.

El madridista admitió que antes del Mundial Ucrania teóricamente era el principal rival del grupo porque "tenía jugadores más conocidos a nivel internacional", pero que ahora están viendo vídeos y conociendo a Túnez y Arabia Saudí.

De Túnez comentó que "tiene un gran grupo" y apostilló que "en este tipo de competición cualquier equipo te puede sorprender" y aseveró que la victoria contra Ucrania "fue rotunda" con un resultado que no es muy habitual en un Mundial, aunque apostilló que él se conforma con ganar los partidos por 1-0.

Comentó que no se había enterado de los problemas que había tenido el brasileño Ronaldo, compañero de equipo, y que solamente se preocupa de España, que cree que debe "mostrar muchísimo".

Sergio Ramos apuntó que a nivel personal "jugar un Mundial era un sueño y una ilusión que tenía desde pequeño", y que cumplió el miércoles "en un partido en el que la selección se jugaba tanto y encima se saldó con una victoria". Interrogado sobre qué piensa cuando mira al cielo durante la interpretación del himno nacional, contestó que "cosas personales", que no quiso hacer públicas ante los medios de comunicación.