RAYO VALLECANO 1: Segura; Mario, Corino, De Quintana, Graff; Julio Alvarez (Luis Cembranos, m.55), Azkoitia, Iriney, Michel (Dorado, m.90); Peragón y Bolo (Bolic, m.68).

CELTA 0: Cavallero; Velasco, Cáceres, Juanfran, Sylvinho; Angel (Coira, m.84), Luccin, José Ignacio; Jesuli (McCarthy, m.84), Edú y Gustavo López (Catanha, m.61).

GOL: 1-0, m.86: De Quintana.

ARBITRO: Pérez Lasa (Comité Territorial Vasco). Mostró tarjeta amarilla a De Quintana, Iriney, Azkoitia, Julio Alvarez, Peragón por el Rayo Vallecano; y a Luccin, Jesuli, Angel por el Celta de Vigo.

Un tanto de Ramón De Quintana a cuatro minutos para la conclusión del encuentro permitió al Rayo sumar tres importantes puntos en su lucha por evitar el descenso, tras imponerse por 1-0 al Celta en un pobre encuentro.

A diferencia de anteriores ocasiones, el Rayo Vallecano afrontó esta nueva final por la permanencia con una clara apuesta por la calidad y el fútbol de toque.

Lesionados los aguerridos Pablo Sanz y Quevedo, y sentados en el banquillo los laboriosos Helder y Mauro, el técnico paraguayo Gustavo Benítez hizo coincidir en la medular al brasileño Iriney con los talentosos Azkoitia, Julio Alvarez y Michel.

La salida de Luis Cembranos en el Rayo y de Catanha en el Celta al inicio del segundo período no bastó para mejorar las prestaciones de ninguno de los dos contendientes, que siguieron martirizando a los presentes en el Teresa Rivero con un mal encuentro.

Pero las reducidas dimensiones del estado vallecano permiten que por muy escasos que sean los méritos de cualquier equipo, siempre haya alguna ocasión, como demostró a los setenta minutos de juego Luis Cembranos con un magistral lanzamiento de falta que Cavallero despejó bajo la misma raya de gol. Quien no fallaría sería el central del Rayo Vallecano quien no desaprovechó un medido centro de Michel desde la banda izquierda para poner con un imponente cabezazo el definitivo 1-0 a los 86 minutos.