El Cacereño reacciona en el momento más oportuno. Todo lo contrario cabe decir del Mérida. El equipo emeritense está peor que nunca en el peor momento.

El derbi matinal del Romano era un choque para dos equipos muy necesitados, por lo que no podía dejar contentos a ambos. Al final, el Cacereño frena su mala racha de cinco jornadas sin ganar y se mantiene quinto a tres puntos de tercero y cuarto. Y, sin respiro, el jueves llega el Melilla al Príncipe Felipe.

Por su parte, el Mérida prosigue su caída libre. Los de Mateo Prieto, que sólo sumaron tres de los dieciocho últimos puntos en juego, ya están a dos puntos de la promoción (Betis B) y a tres del descenso directo (Moralo y Jaén). Por si fuera poco, el Mérida sólo tiene mejor goal-average que el Moralo. El choque del jueves (12.30 horas) ante el Sevilla B, en el Sánchez Pizjuán, será otra final.

Prieto y Díaz introdujeron un total de nueve cambios respecto a la jornada anterior, cuatro en los locales y cinco en los visitantes, destacando en estos últimos la presencia de Cantos y Jorge García, que se encargaron de demostrar a su técnico que deben ser los encargados de llevar el timón del juego verde.

DOS GOLES EN VEINTE MINUTOS

El Cacereño demostró muy pronto que iba a por el partido. A los cuarenta segundos de juego, Illanes rechazó un disparo de Enrique a bocajarro. Fue una declaración de intenciones de lo que iba a venir poco después.

El juego de Enrique y Juanma Cruz por las bandas desarmó al Mérida y concretamente a sus laterales, Oscar y Daniel, sobre todo a este último que sería sustituido en el minuto 28 ya con 0-2 en el marcador.

El primer gol verde, en pleno desconcierto local, llegó en el minuto 9. Nacho Garrido aprovechó un pase de la muerte de Julio Cobos para batir a Illanes. Tras dos semanas sin jugar por lesión, el cordobés firmó su décimo quinto gol, aunque cede el liderato del pichichi a Fran Nogueira que suma dieciséis tras hacer doblete el sábado ante el Sevilla B.

Antes del 0-2, Campo rechazó a córner un libre directo de Marín. En plena exhibición de fútbol ofensivo de ambos equipos, en el 22 Enrique conseguía el 0-2 después de una magnífica pared con Nacho Garrido en la frontal del área.

El Mérida parecía roto pero un derribo de Maxi a Cubillas dentro del área, muy protestado por los visitantes, iba a meter nuevamente en el partido al equipo local.

PENALTI DIEZ MESES DESPUES

Por cierto, el Mérida, que era el único equipo del grupo al que no le habían señalado ningún penalti a favor, se reencontró con una pena máxima diez meses y cinco días después. Lanzó Marín y marcó. Pero, para mayor suspense, Hevia Obras mandó repetir. Marín chutó por el mismo sitio y volvió a batir a Campo, que en ambos casos adivinó la intención del delantero local.

Antes del descanso, Illanes rechazó un remate cercano de Cobos, que posteriormente otro jugador verde mandó fuera muy desviado.

En la reanudación, el Cacereño dio la impresión de no poder mantener el fuerte ritmo impuesto en la primera parte. Pese a ello, los verdes volvieron a hacer otro parcial de 1-2 aparte de malograr alguna otra opción.

La calidad del juego decreció hasta que en el minuto 68 Pedro García, perfectamente habilitado por Cobos, sacó al público del sopor. El magnífico pase en profundidad del amaliense no fue concretado por el exjugador del Ceuta que disparó a las nubes ante la salida de Illanes.

Fue el preludio del tercer tanto verde. En el 72, Jorge García transformó magistralmente un libre directo desde la frontal del área. Los jugadores locales protestaron mucho la falta señalada sobre Pinto que propició este tercer tanto visitante.

EL DOBLETE DE MARIN

El partido volvía a parecer roto, pero se trataba de un encuentro de ida y vuelta. Y sólo tres minutos después del golazo de Jorge García, Marín volvía a acortar distancias de tiro raso dentro del área después de un primer disparo de Jorge González que tropezó en las piernas del madrileño.

El Mérida volvía a meterse en el partido, aunque parecía que en parte era porque su rival o bien había levantado el pie del acelerador o bien comenzaban a faltarle las fuerzas.

El caso es que, a un minuto del final, el Cacereño volvió a dejar claras las diferencias existentes con su tocado rival en la matinal de ayer. También hay que dejar claro que esas diferencias quedaron plasmadas merced al pícaro Enrique que engañó a Hevia Obras al dejarse caer ante Illanes. Cobos transformó el penalti, que le hace sumar trece tantos, ocho desde el punto fatídico. Era el décimo penalti favorable al Cacereño.

El Mérida ya jugaba con diez por la expulsión de Oscar. Prieto acabó jugando con tres defensas al adelantar a Roberto como delantero centro tipo Alexanko . En la prolongación, el equipo verde consiguió un quinto tanto en el minuto 91 por medio de Tariq, que fue anulado por fuera de juego. Dos minutos después, el local Lauri también fue expulsado.

El Mérida, impotente, dobló las rodillas y ahora le tiemblan las piernas ante un inesperado final de temporada. Mientras, el Cacereño se rehabilita a base de goles con la ilusión de que el sueño de una gran campaña pueda tener un final feliz.