MALLORCA 1: Leo Franco; Cortés, Lussenhoff, Niño (Vicente, min. 31), Poli; Novo (Turu Flores, min 78), Lozano, Marcos, Ibagaza; Eto´o y Biagini (Carlos, min. 56).

REAL SOCIEDAD 3: Westerveld; López Rekarte, Kvarme, Jauregi, Aranzábal (Gurrutxaga, min. 92); Xabi Alonso, Aranburu, Karpin, De Pedro (Gabilondo, min. 85); Nihat (Nihat, min. 77) y Kovacevic.

GOLES: 0-1, min. 9: De Pedro; 0-2, min. 25: Karpin; 0-3, min. 54: Kovacevic; 1-3, min. 60: Eto´o.

ARBITRO: Mejuto González, del comité asturiano. Amonestó a Niño y a Aranzábal.

La Real Sociedad vuelve a mandar en la Liga, junto al Deportivo de la Coruña, tras bajar de las nubes al Mallorca y derrotarlo por 1-3 en una gran actuación de los donostiarras, que conquistan su segunda victoria de la segunda vuelta lejos de Anoeta.

El triunfo de la Real fue inapelable. Tuvo más pegada y calidad que su rival, que afrontó el partido sin dos de sus figuras, los delanteros Albert Riera y Walter Pandiani, circunstancias que influyeron de forma notable en el rendimiento colectivo rojillo .

GRAN SUPERIORIDAD

El equipo donostiarra saltó al césped de Son Moix mucho más convencido de sus posibilidades, y esa seguridad en sus argumentos y fuerzas se notó desde el principio, apenas Nihat enfiló la banda derecha causando auténticos estragos en la defensa balear.

El Mallorca, sin dos de sus puntales en el ataque como Riera, sancionado, y Rifle Pandiani, que no pudo superar unas molestias físicas, anduvo desangelado y no fue ni la sombra del equipo que hace una semana había maravillado en el estadio Santiago Bernabéu.

De Pedro y Nihad fueron estiletes en los extremos, muy bien apoyados por Kovacevic y Karpin en la zona de peligro, mientras que Xavi Alonso se imponía con contundencia en la zona ancha. Por eso, a nadie extrañó que la Real se pusiera en ventaja por 0-2 antes de la primera media hora de partido, en un recital blanquiazul que dejó atónito a un Mallorca que se las prometía felices tras vencer de forma consecutiva al Deportivo de la Coruña y al Real Madrid.

Los rojillos intentaron enderezar el rumbo y se vio la clase del Caño y la potencia de Eto´o, pero de forma esporádica, porque la Real ya le tenía cogida la medida al partido y se limitó a conservar su ventaja hasta el final de la primera parte, si pasar por grandes apuros, con excepción de un cabezazo de Vicente al larguero en el minuto 32.

El equipo de Gregorio Manzano necesitaba un gol para meterse en el partido y, aunque los donostiarras le cedieron parte del dominio, su juego ofensivo careció de profundidad. Como si esto no bastara, Kovacevic (min. 54) se elevó por encima de la defensa balear para cabecear de forma inapelable a la red y marcar su gol número 18 en la Liga.

Con 0-3 en el marcador, y cuando ya todo parecía perdido, Eto´o sacó a relucir su sentido del oportunismo para acortar distancias. Era el gol que necesitaban los rojillos para volver a creer en ellos, y así fue, ya que con el apoyo de la afición, prácticamente encerraron a los donostiarras en su área.