El madridismo torció el morro al ver a James Rodríguez entre los 11 elegidos por Zinedine Zidane para empezar un partido vital con el liderato en juego. No eran de grato recuerdos sus últimas apariciones con el equipo blanco (anoche verde). En su último partido de Liga el Madrid se dejó el liderato, y estuvo también en la foto del equipo que se despidió de la Copa. Quien crea en gafes y maldiciones, miraba anoche al colombiano de reojo.

Bernd Schuster habría torcido el morro al ver al árbitro del partido. Estrada Fernández. "No hace falta que dices nada más", soltó en su día el alemán. O quizá sí hace falta decir más, pues con el colegiado ilerdense jamás ha perdido el Madrid. Los amantes de manos negras y suspicacias, de uno u otro bando, tampoco perdían de vista al trencilla.

ODEGAARD, POCO LÚCIDO

El partido de James fue tan gris como su segunda etapa en el Madrid. "Somos 23, hay que elegir y hoy ha jugado James", dijo Zidane tras el choque, en el tono más nutro posible. Alineado de salida como extremo derecho, apenas entró en juego en la primera mitad. Solo al intercambiar su posición con Fede Valverde, al final de la primera mitad, se dejó de ver un poco, pero fue un espejismo. Se salvó al menos de las comparaciones con Odegaard, pues el noruego tampoco tuvo su día. Pero el colombiano y su maleficio estaban ahí, y muchos esperaban que, igual que el Madrid perdió el liderato 246 días atrás con James sobre el césped de Palma, ahora impidiera que lo recuperase en Anoeta.

Esas esperanzas se empezaron a difuminar cuando Estrada, con el que el Madrid nunca pierde, sospechoso para unos y otros, vio penalti en una incursión de Vinícius en el área 'txuri-urdin'. Marcó Sergio Ramos, que poco después se lesionó en la rodilla izquierda en un choque con Isak, quizá el único efecto visible de la maldición del colombiano. Porque, con James sobre el césped Estrada, anuló un gol a Januzaj porque Mikel Merino, en fuera de juego, impedía la visión de Courtois, según aseguraba el portero belga.

"LE HACEN UN CONTACTO"

"Él qué va a decir, estoy lejos de él. Igual hay 5 o 6 metros de distancia entre él y yo, le da tiempo de sobras a a ver el balón", dijo el centrocampista de la Real. "No ha tardado nada en levantar el banderín, no sé si en el otro área habría dudado algo más", sentenció. Fede Valverde pasó de puntillas: "En el penalti, en el momento en que lleva 'Vini' el balón le hacen un contacto. En el gol anulado no vi nada". Traerá cola, claro, como el tanto de Benzema, en el que unos verán mano y otros hombro. Quien más quien menos dejó abierto el Twitter de Gerard Piqué, esperando.

Se fue James, el gafe blanco, y entró Marco Asensio, el chico tocado por la varita, el que sale después de muchos meses y en su primera acción marca. También Mariano, el catalán que sentenció el clásico nada más salir al campo. Pero fue entrar los dos talismanes blancos y marcar la Real, que hizo sufrir al Madrid hasta el final.

ZIDANE, CONTRARIADO

'Así, imposible', titulaba laweb de la Real tras la derrota. Zidane frunció el ceño: "Lo que me molesta es que al final solo se habla de los árbitros, pero la polémica no la vamos a controlar. Es siempre lo mismo. Nosotros ganamos en el campo. Hoy lo hemos es hecho y es una victoria merecida", reivindicó el entrenador galo, consciente de que su equipo sufrió: "Cuando no hay gasolina hay que seguir con la cabeza y eso es lo que hicimos". Pero aunque a 'Zizou' no le guste, así es el fútbol, donde parece que solo hay una certeza: habrá polémica toda la semana.