Mallorca: Toni Prats; Cortés, Ballesteros, Nunes, Fernando Navarro; Jonás Gutérrez, Doni, Basinas, Tuni (Campano, min. 77); Arango (Okubo, min. 92) y Pisculichi (Farinós, min. 87).

Real Madrid: Iker Casillas; Cicinho, Sergio Ramos, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Gravesen, Zidane; Beckham (Salgado, min. 64), Baptista (Raúl, min. 65), Robinho (Cassano, min. 77); y Ronaldo.

Goles: 0-1, min. 31: Sergio Ramos; 1-1, min. 52: Pisculichi, de penalti; 2-1, min. 80: Arango.

Arbitro: Iturralde González (Comité Vasco). Amonestó a Gravensen, Sergio Ramos, Zidane del Madrid; a Jonás, Tuni, Doni, Fernando Navarro del Mallorca.

Incidencias: Unos 18.000 espectadores en el estadio Son Moix. Terreno muy resbaladizo y minuto de silencio por Telmo Zarra.

El Mallorca de Gregorio Manzano frenó la escalada del Real Madrid en la Liga y le venció 2-1 en Son Moix con goles de Leonardo Pisculichi, de penalti, y de Juan Arango, ambos en la segunda parte, que neutralizaron el tanto conseguido por Sergio Ramos.

La derrota madridista, inesperada, ya que se registró ante un rival que no ganaba en su campo desde hace cuatro meses, le aleja del Barcelona y supone el segundo batacazo blanco de la semana tras la derrota ante el Arsenal en la Liga de Campeones. Además le supone poner fin a la racha de seis partidos consecutivos que llevaba con victoria.

Para el Mallorca, en cambio, supone abandonar los puestos de descenso y una inyección de moral extraordinaria, ya que el efecto Manzano se ha materializado con dos triunfos consecutivos.

El Madrid tuvo un partido muy cómodo durante casi toda la primera parte, aunque se le complicó, curiosamente, tras el gol de Sergio Ramos (min. 31). Fue entonces cuando el Mallorca arriesgó más y tuvo sus opciones, la más clara de ellas, el disparo desviado del venezolano Juan Arango (min. 42) con Iker Casillas superado y sin poder intervenir.

El conjunto madridista tuvo más el balón, con Baptista ejerciendo de Guti, lesionado, Gravesen pegándose con todo lo que pasaba por su lado (vio la amarilla por derribar a Pisculichi) y Zidane menos participativo en que en otras ocasiones.

Pero, la velocidad de Robinho, la presencia de Ronaldo arriba y las subidas por la banda de Cicinho y Roberto Carlos, fueron suficiente para mantener a raya a un Mallorca más seguro de sus posibilidades desde que lo dirige Gregorio Manzano.

El central Sergio Ballesteros, que no jugaba desde el pasado mes de octubre cuando fue expulsado por abofetear a David Beckham, tuvo una reaparición feliz en Son Moix, ya que jugó el balón con criterio, no lo rifó, y se entendió a las mil maravillas con el portugués José Nunes.

El Mallorca puso en apuros en varias ocasiones al Madrid. Pero ahí surgieron Sergio Ramos, Raúl Bravo y también Iker Casillas para conjurar las situaciones de peligro. Viendo en acción a los dos equipos sobre el resbaladizo césped de Son Moix, no parecía que se enfrentaban un candidato al título y con otro que lucha por evitar el descenso.

SEGUNDA PARTE El equipo de Manzano se olvidó de la tabla de clasificaciones en la segunda parte y apretó de lo lindo a un rival que empezó a dudar, por eso, López Caro movió el banquillo sustituyendo a Beckham por Salgado, a Baptista por Raúl y más tarde, a Robinho por Cassano.

Mantuvo, en cambio, a Ronaldo que poco o nada aportó a su equipo. Pero, el Mallorca, bajo una lluvia torrencial, empezó a jugar un partido soñado, moviendo el balón de primera y con rápidas internadas de Jonás Gutiérrez y Tuni. Así llegó el gol de Arango y el delirio en Son Moix.

A pesar de que Cicihno estrelló un balón en el larguero (min. 83), y de que el Madrid empleó todos sus recursos, el conjunto balear aguantó las acometidas de un Madrid que quemó todas sus naves en busca, como mínimo, del empate, pero que se encontró con un equipo sólido y muy seguro sobre el terreno de juego.