El revuelo que ha originado el anuncio de la contratación de Megía Dávila como delegado arbitral ha hecho que el club blanco paralice momentáneamente la llegada del colegiado. El Madrid mantiene que su intención era profesionalizar las relaciones con los árbitros que dirijan partidos en el Bernabéu. El equipo de Florentino quería que Dávila formará parte del área de relaciones institucionales, que dirige Emilio Butragueño.

Mientras, Kaká se incorporó ayer a los entrenamientos tras no poder jugar con Brasil por sanción y Sergio Ramos se ejercitó por primera vez con sus compañeros en la presente campaña tras superar la tendinitis que le tenía de baja. El equipo volverá esta tarde al trabajo con un entrenamiento en el que se espera la presencia de todos los jugadores internacionales del conjunto blanco menos el argentino Gago.