La Real Sociedad tratará de ejercer en Anoeta de juez de la Liga y endosar la segunda derrota consecutiva al Barcelona, lo que podría dar todavía emoción a un campeonato que parecía decantado antes de que el conjunto blaugrana cayera ante Osasuna.

Los jugadores realistas reclaman también un poco del protagonismo del que han carecido durante el último medio año, en el que han estado en la cuerda floja, y, de paso, lograr los puntos que le permitan salir de una situación preocupante.

A pesar de estar clasificada en decimocuarto lugar, en caso de que no acompañen los resultados, pueden caer en puestos de descenso que ahora están solo a dos puntos.

Arconada apostará por el mismo conjunto que jugó en A Coruña con la presencia en portería del siempre cumplidor Alberto López y un medio campo que parecer ofrecer el equilibrio entre defensa y creación que buscaba el técnico guipuzcoano, con la presencia de Gaizka Garitano y el chileno Mark González.

En punta actuarán el dúo Nihat Kahveci y Morten Skoubo, para poner en aprietos a uno de los equipos más poderosos a nivel defensivo de toda Europa, en un partido que puede ser también, ha declarado el director deportivo de la Real, Jose Mari Bakero, un gran escaparate para los jóvenes blanquiazules.

CON MARGEN El Bar§a, una semana más, buscará una nueva victoria que le mantenga destacado al frente de la clasificación, pero esta vez el objetivo pasa, más que por la suma de los tres puntos, por evitar una segunda derrota seguida que podría enturbiar el ambiente de optimismo que se respira en el club.

El tropiezo de la pasada semana en Pamplona (2-1) quedó paliado por el empate que firmaron los perseguidores de los azulgrana, Valencia y Real Madrid y por el emparejamiento en cuartos de final de la Liga de Campeones con el Benfica, que invita a pensar ya en un duelo de semifinales ante Milán u Olympique de Lyon.

La ventaja del líder se reduciría a seis puntos e, indudablemente, ambos rivales intentarían presionar a los azulgrana para complicarles el tramo final de campaña. Esa situación tampoco sería la más óptima para afrontar la eliminatoria ante el Benfica, así que Rijkaard ha concienciado a sus jugadores de la importancia de salir airosos.

La principal duda radica en si Rijkaard apostará por Van Bommel o Iniesta para el centro del campo, ya que Motta es baja tras ser expulsado ante Osasuna.