Palma de Mallorca recibió ayer con los brazos abiertos a su flamante campeón del mundo de 250 cc, Jorge Lorenzo, en una jornada que comenzó en el aeropuerto y terminó en la sede del Govern.

Lorenzo, que iba acompañado por su manager, Dani Amatraín, su madre y varios miembros del equipo Aprilia Fortuna, fue recibido en el aeropuerto de Son Sant Joan por las autoridades deportivas locales y varios cientos de aficionados.

Tras ofrecer una rueda de prensa en las instalaciones aeroportuarias, en la que el piloto balear agradeció el recibimiento que tuvo en Palma y dedicó su triunfo "a todo el mundo" que le "quiere bien", subió a un autocar turístico en el que recorrió las principales calles de la capital balear.

Escoltado por la Policía Local y unos 200 moteros , Lorenzo saludó a los ciudadanos de Palma, que le aclamaron al grito de "campeón, campeón".EuforiaLas muestras de cariño hacia el piloto mallorquín fueron más intensas en la plaza España, donde el autocar en el que viajaba se detuvo durante unos quince minutos para saludar a los aficionados.A las 20.00 horas, el autocar descapotable que transportaba al campeón mundial llegó a la sede del Govern balear, donde le esperaban el presidente del Ejecutivo, Jaume Matas; la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antónia Munar, y la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer.Lorenzo saludó a las alrededor de trescientas personas que se congregaban ante el Consolat de la Mar con los brazos en alto, se abrazó a su madre y gritó: "Campeones", mientras el público le aclamaba coreando su nombre

"Campeones", "Jorge, Jorge".Tras recibir sendas placas por parte de las autoridades de las islas, Jorge Lorenzo se dirigió al público desde el balcón del Consolat y gritó:

"Por fin, ya lo tenemos, somos campeones del mundo. Esta es una noche especial, porque ha ido precedida de muchos años de sacrificio",