Con algunas dudas y con un equipo hecho en apenas tres semanas, el Sporting Villanueva Promesas hará el domingo (12.00 horas) su histórico debut en Segunda División B ante el Badajoz. El conjunto villafresnense juega como local, pero sus aficionados tendrán que hacer cerca de cien kilómetros si quieren ver el primer partido de su equipo en la categoría de bronce. Esas son algunas de las trabas de un club humilde de una población de poco más de 3.600 habitantes, Villanueva del Fresno, y que debe adecuar su estadio para los nuevos requisitos.

Muchos son los cambios que ha vivido el Sporting Villanueva durante el verano. La familia Pérez Hurtado, fundadora y sustento del equipo durante dos décadas, ha dejado su sitio a un grupo de empresarios catalanes liderados por Jordi García, nuevo presidente del club.

Del Sporting de la temporada pasada que consiguió el histórico ascenso no queda nada. Ni en los despachos ni en el terreno de juego. La incertidumbre --hubo un momento en el que se anunció que el equipo no saldría en Segunda B-- hizo los jugadores fueran buscando acomodo en otros equipos.

Al final, Albert Ferri, el nuevo entrenador --que a punto estuvo de entrenar el verano pasado al Cerro de Reyes-- ha tenido que confeccionar la plantilla desde cero y en menos tiempo que sus rivales, puesto que hasta finales del mes de julio no se pusieron a trabajar. Ferri ha hecho un equipo heterogéneo, con una mayoría de futbolistas llegados desde fuera de la región, aunque con experiencia en Segunda B. Sin embargo, su rendimiento en pretemporada ha sido irregular, como corresponde a un equipo falto de ritmo, por lo que es probable que necesite varias jornadas para ponerse el ritmo de sus competidores.