Valencia: Cañizares, Curro Torres, Albiol, David Navarro, Moretti, Joaquín (Angulo,m.61), Albelda, Edu, Gavilán, Villa (Jorge López,m.80) y Morientes (Silva,m.71).

Nástic: Bizarri, Ruz, Cáceres, Matellán, Mingo, Campano (Generelo,m.58), Juan Díaz, Abel (Merino,m.63), David Cuéllar, Portillo (Irurzun, m.58) y Makukula.

Goles: 1-0,m.13: Morientes. 2-0,m.53: Villa. 3-0,m.78: Villa. 4-0,m.83: Angulo.

Arbitro: Velasco Carballo (colegio madrileño). Expulsó en el minuto 19 al técnico visitante Luis César Sampedro por protestar reiteradamente al juez de línea al considerar fuera de juego la jugada del gol y una acción posterior de ataque del equipo local. Amonestó por el Nástic a Abel, Merino y Mingo y por el Valencia a Villa y Gavilán.

Incidencias: 40.000 espectadores.

El Valencia se ha convertido en el único equipo de la Primera División capaz de aguantar el ritmo que el Barcelona ha impuesto al inicio de la actual campaña, gracias a su goleada en Mestalla ante el Nástic de Tarragona, un rival que llevó la iniciativa en algunas fases del partido, pero que apenas creó peligro.

El Valencia no necesitó ofrecer la imagen consistente del primer tiempo del partido ante el Barcelona o del segundo ante el Roma, pero con un poco de orden y, sobre todo, con el aprovechamiento de las ocasiones de que dispuso al principio de cada periodo, logró encarrilar una victoria amplia y acorde a la superioridad que mostró sobre todo tras el 2-0.

Durante algunas fases del primer tiempo, el conjunto catalán manejó el balón con más criterio que el Valencia, aunque sólo creó peligro ante la meta de Cañizares en lanzamientos lejanos y tras el saque de algún córner.

El Valencia, sin embargo, se encontró con el 1-0 sin haber pisado verdaderamente el acelerador. Marcó tras una acción de Villa por la banda derecha en la que el delantero valencianista inició la jugada en fuera de juego.

La acción finalizó con un magnífico remate de Morientes, tras anticiparse a portero y defensa, lo que provocó las protestas del técnico visitante, Luis César, ante el juez de línea. A partir de ahí fue coser y cantar para un Valencia en racha.