Fernando Alonso y compañía llevan semanas trabajando en la preparación del GP de Japón. Lo desconocían todo, todo, del circuito de Fuji donde no se corre desde 1977. Así que se han pasado horas y horas en el simulador de sus equipos (los que tienen, claro) para intuir cómo será la carrera. Al llegar a Fuji se han dado cuenta de que la recta, en efecto, es inmensa (1.475 metros, la más larga del Mundial) y puede tener una gran influencia en la carrera, sobre todo si empieza a soplar el viento. Esa recta pueden coronarla a 315 kilómetros por hora o más.

"La recta de meta es tan larga que un ligero cambio de viento te puede hacer ganar o perder tres décimas, así que viendo que las últimas poles se han decidido por milésimas va a ser una cuestión de suerte", dijo ayer Alonso. Eso sí, según el asturiano, "la pole será menos importante que otras veces precisamente porque tenemos esa inmensa recta". El pronóstico no puede ser más abierto entre los tres candidatos al título pues Felipe Massa ya ha renunciado y se ha puesto al servicio de Kimi Raikkonen.