Lo último para explicar el insultante dominio de los Red Bull en el Mundial de F-1 es que se ha saltado el Acuerdo de Restricción de Recursos (RRA) por el que los fabricantes asociados en la FOTA limitaron el presupuesto, las horas de trabajo en el túnel del viento, en la computadora de dinámica de fluidos (CFD) o el número de trabajadores en fábrica.

Los dirigentes del equipo se defienden ("No nos hemos saltado nada, pero cuando eres líder te tiran piedras", reflexiona su director, Christian Horner) y trabajan ya en el coche del año próximo con la tranquilidad de que Sebastian Vettel sigue siendo el más rápido, incluso en Singapur y por la noche. Solo Fernando Alonso le aguantó el ritmo (se quedó a dos décimas del alemán en los libres) en su lucha por acabar siendo subcampeón o el campeón de los otros.

"Este es un pacto entre caballeros", dijo en su día Luca Cordero de Montezemolo, entonces presidente de la FOTA, cuando se iba perfilando el RRA. Primero fue la congelación de la tecnología de los motores, después el uso de solo ocho propulsores por año y más tarde llegó la reducción del presupuesto a 100 millones de euros, excluidos los motores, el márketing y los salarios de los pilotos.

Además se redujo la utilización a un solo túnel del viento "y las horas de utilización combinadas con la utilización del CFD", explica Gerard López, propietario de Lotus Renault. "Las cifras exactas de todo... hum, no me acuerdo bien", asegura. Nadie, en ningún equipo quiere hacerlas públicas.

SIN RUIDO Nadie quiere levantar mucha polémica con Red Bull. "No interesa, porque los patrocinadores siguen aportando las mismas cantidades que cuando los presupuestos eran el doble que ahora. Todos los equipos han ganado mucho con este acuerdo. ¿Que Red Bull se lo ha saltado? Puede que se haya excedido, pero no lo suficiente", explican desde uno de los grandes.

Es curioso lo del "pacto de caballeros" cuando caminan por el paddock magnates relacionados con la mafia italiana, rusa, traficantes de armas... A nadie le interesa levantar polvareda, aunque la filtración procede de la empresa holandesa Capgemini, que ha auditado a McLaren, Ferrari, Red Bull, Mercedes y Sauber.