Álvaro Garrancho, joven futbolista pacense que está superando una leucemia, fue homenajeado por el Club Deportivo Badajoz el pasado lunes. Vio el calentamiento desde dentro del campo, se hizo fotos con jugadores y técnicos, recibió varios regalos y disfrutó del más especial, la goleada ante el Atlético Sanluqueño (4-0) y la dedicatoria del capitán. José Ángel le brindó su golazo de tijera y tuvo unas preciosas palabras para él en las redes sociales.

«Fue un día especial, nos visitaba Álvaro, un gran luchador, un ejemplo para nosotros. Le dije que jugaría un rato y que le iba a dedicar un gol. Gracias a Dios así fue. Le hicimos muy feliz. Gracias a todos por los mensajes de apoyo. Sigamos luchando como Álvaro. En la vida y en el deporte hay que ser luchadores», expresaba el ‘torero’.

Por su parte, Álvaro muestra su agradecimiento a todos «por portarse tan bien conmigo y por apoyarme día a día». El joven es el mayor de tres hermanos. Martín hace gimnasia artística y Celia juega al tenis. De ánimo está bien, es muy fuerte, y a los que sufren también enfermedades les envía «mucha fuerza y esperanza».

Su trayectoria en el fútbol comenzó en el Don Bosco de Badajoz. «Era banda izquierda. Empecé con 7 años y pasé al tenis durante unos años pero un amigo de mi padre le dijo que probara en el Badajoz y me quedé dos años en el alevín. Fueron años muy divertidos. ¿Que si éramos buenos? Estábamos ahí...De ahí pasé al Español de extremo izquierdo y después como lateral en los dos años de infantiles y uno de cadetes».

Hace poco más de un año comenzaron las dificultades con la enfermedad que está superando como un valiente y luchador que es, con el apoyo de su familia. Su padre, José Garrancho, declara que «Álvaro va mejor y sigue luchando porque es largo pero él está concienciado de que esto lo tiene que superar» y el joven añade que «cada día es un paso más. Me encuentro ahora bien, tengo pastillas que me afectan al estómago y al malestar de todo el cuerpo, pero se lleva», añade.

Su padre quiere agradecer a la planta quinta del Hospital Materno Infantil por su gran trato y a todo el mundo del deporte, «el fútbol, el tenis...su club, el Español, a Job, José Leitón, Ángel... Todas esas cosas nos ayudan a superar mucho mejor la enfermedad. Es dura, hay que reconocerlo, y para un niño más. Su vida cambia porque con 15 años está limitado pero siempre está la esperanza por delante de que todo va a salir bien y el tratamiento va a funcionar. Es largo pero está funcionando», asegura.

La lucha comenzó en la Navidad del 2017, relata, «con una fiebre hasta que le diagnosticaron un tipo de leucemia que gracias a Dios, si el tratamiento funciona, hay muchas esperanzas de que todo salga bien y no es necesario el trasplante de médula pero hay otros niños que tienen otro tipo que sí lo necesitan y me acuerdo de esas familias que sufren por ello. Que las personas vean que necesitan ayuda y donar médula cuando no nos toca de cerca parece que no es importante pero sí lo es y debemos pensar en ello. Nadie piensa que le puede tocar y ha sido con mi hijo. Te haces a la situación, miras hacia adelante y con la ayuda de los demás, que es lo más importante, estamos consiguiéndolo».