Tremendo varapalo el sufrido por el Extremadura Plasencia Galco en su visita a la isla de Mallorca. Ni los más pesimistas creían en una derrota ante el Basquet Muro tan dolorosa. Los 22 puntos de diferencia (102-80) dicen mucho del pobre bagaje defensivo de los placentinos.

Mucho tuvo que ver en la derrota la lesión de Mark Zoller, que a los siete minutos dejó el partido al producirse un esguince en su tobillo. También la baja ya sabida de Jorge Lledó, curiosamente por mismo motivo que el americano, restó potencial defensivo al cuadro de Juan Pablo Márquez. Ambos no pudieron entrenar anoche y su concurso el próximo sábado ante el CAI Huesca es dudoso.

AÑORANDO A MARIO La pobre actuación de la última incorporación, el base Brock Gillespie, 1 de 6 intentos de tres, y 4 de 8 en tiros de dos, unido a su poca disciplina táctica a la hora de poner orden en los ataques de su equipo, hace que recuperación del portugués Mario Fernandes se haga más que necesaria.

Ha quedado claro tras la derrota frente al Muro que cuando a los placentinos se les apaga la bombilla desde el exterior --Ibeas no consiguió un solo triple en sus cinco intentos y Suárez se quedó en nueve puntos-- los partidos siempre se atragantan. La soledad de Dominick Martín bajo tableros hizo que tan solo él capturara rebotes defensivos, (7 de los 13 de su equipo).

DE PALIZA Curiosamente las tres derrotas han llegado a domicilio (Palencia, Logroño y Muro) y casi en las tres la diferencia de puntos fue la veintena. Ninguna derrota disputada hace pensar del abandono del equipo en los últimos minutos. En Muro encajó un parcial 15-4 en los últimos tres minutos. Todo esto queda en el olvido en casa, donde el equipo se muestra intratable.

Llega el sábado un equipo situado en mitad de la tabla, pero que viene de derrotar al Axarquía (89-76) por lo que sin duda su moral estará por las nubes.

Una semana por delante tiene Márquez, que anoche se reunió con los suyos para enmendar errores, para buscar soluciones defensivas. La semana puede ser de puertas cerradas .