Los dos mejores del Cáceres Destino Turístico el viernes frente al Menorca: Ramón Moya y Shea Seals. Parece que, al menos en lo que se refiere a esa victoria tranquilizadora, los dos fichajes llegados hace poco más de un mes no eran tan desacertados.

"Es que llegar a un equipo de repente y ponerte a aportar muchas cosas es difícil. Yo tenía que conocer a los compañeros y ponerme bien físicamente", decía ayer Moya desde el autobús que, tras el avión Mahón-Madrid, trasladaba a la plantilla hasta Cáceres. Su aportación resultó fundamental, tanto en ataque como en defensa, para batir a uno de los equipos punteros de la competición: 16 puntos y 4 rebotes en 24 minutos, reduciendo además los porcentajes de uno de los jugadores más valiosos de la competición, Chris Moss.

"Yo llevaba un año sin competir, saliendo de una lesión, sin contar en Murcia. Al Cáceres vine para jugar minutos y tener la confianza del entrenador y lo estoy consiguiendo", añade el pívot.

En su opinión, conseguida de facto la permanencia matemática, soñar con estar en las eliminatorias por el ascenso no es imposible. "Lo que venimos comentando los jugadores que lo podemos conseguir, pero que tenemos que ir partido a partido a ver qué pasa. Podemos dar la sorpresa", explica Moya.

Seals, 23 puntos

Para Shea Seals (23 puntos, 6/8 en tiros de dos y 3/3 en triples, en 30 minutos) también fue otra cita con la redención. Su incorporación no había arrojado excesivos dividendos desde que en el partido de su debut, ante el Cantabria, se ganó. A partir de entonces, cuatro derrotas consecutivas y cierta sensación general de que los tics individualistas del escolta norteamericano habían roto la química del vestuario. Bohigas lo ha negado en reiteradas ocasiones y no le ha restado protagonismo en ningún momento, consciente de que eran él y Moya los encargados de dar oxígeno a un Cáceres que durante parte de la temporada apenas jugó con siete profesionales. El próximo viernes llega el Aracena con Derell Washington en sus filas.