No estuvo Deon Thomas, pero nadie le echó de menos. El resto de la plantilla del Cáceres compartió una emocionante mañana con los 80 niños discapacitados del Centro de Educación Especial Proa. Hubo regalos para todos, pero no sólo eso: sonrisas, autógrafos y fotos con unos ídolos que mostraron, en un momento muy complicado de la temporada, su rostro más humano y cercano.

La emoción fue compartida por alumnos y jugadores. Los vítores, los aplausos y los ánimos para el decisivo partido de mañana frente al Fórum predominaron. Después de la entrega de los presentes --dentro de la campaña de la ACB Encesta su juguete -- y en medio de una gran algarabía, Mike Hansen se dirigió a los niños: "Nos habéis hecho muy felices. Será difícil, pero os prometemos que vamos a ganar el próximo partido por vosotros".

El base madrileño expresaba el sentir del resto de sus compañeros, visiblemente impresionados por el recibimiento y las muestras de cariño que recibieron. Juan Antonio Orenga, Ariel Eslava y Juan Sanguino fueron los más activos a la hora de repartir los juguetes y la habitual frialdad de jugadores como Hurl Beechum o Vladimir Petrovic quedó hecha añicos. Hasta Kevin Thompson, prácticamente recién aterrizado en la ciudad, se mostró emocionado ante tanto niño que le pedía una firma, un saludo, un detalle.

ENTRE DIRECTORES

Era la segunda vez desde que ascendió a la ACB que el Cáceres acudía al Proa, un centro sumamente vinculado con su actual gerente, Santos Chaso, que fue director del colegio durante algunos años. Ahora el puesto lo ocupa Nicasio Naharro, otra de las personas que más disfrutaron ayer. "El Cáceres es el equipo que mejor nos representa. Espero que le deis la chispa y el empujoncito para ganar el sábado", pidió a los jóvenes, que vivieron las horas previas a la visita con creciente expectación y nerviosismo. El resultado ante el Fórum es un misterio, pero la primera canasta ya está lograda.