Si cumplieran a rajatabla con su religión, los 23 futbolistas de la selección turca estarían ahora en pleno Ramadán, el mes de ayuno islámico que este año se desarrolla del 6 de junio al 6 julio. Durante ese periodo, los musulmanes deben abstenerse de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta de sol. Pero en un torneo tan exigente como la Eurocopa es complicado seguir esa rutina. El Ramadán no afectará a Turquía antes de medirse hoy con España. Todos los jugadores comen y beben con normalidad.

El noveno mes del calendario musulmán coincide casi de lleno con la cita de Francia, lo que podría suponer una alteración importante en la preparación de los equipos. Se trata de una cuestión muy personal de la que no quiere hablarse demasiado, pero puede decirse que el 90% de musulmanes del torneo no cumplen con el Ramadán.

Los turcos tienen permiso para saltarse la norma y recuperarán más adelante los días no ayunados, como recoge el Corán, el libro sagrado que prevé también excepciones para los enfermos, personas mayores, embarazadas y viajeros.

"Es un tema de cabeza, si puedes aguantar o no. Si lo haces con ganas, sabiendo que es una cosa sana, lo consigues. Yo no pienso comer ni beber en todo el día, hay que seguir perdiendo kilos", bromea el marroquí Achraf Ben Ayad, enviado especial de Bein Sport en la Eurocopa. Hay jornadas en las que cena a la una de la madrugada y no come de nuevo hasta las 22.00 horas.

En el caso de los jugadores la preparación exige una nutrición correcta que evite el cansancio y minimice el riesgo de lesiones. La selección turca es la única con pleno musulmán en el torneo, pero trabaja como el resto. Comen y se hidratan sin alteraciones. "Yo soy musulmán y generalmente hago el Ramadán, pero hay ocasiones en las que no se puede ser muy estricto, como pasa en la Eurocopa. Lo recupero después", aseguró el azulgrana Arda Turan. Lo mismo ocurre en otras concentraciones, como la de Alemania, con zil, Khedira, Can y Mustafi; la de Bélgica (Dembelé y Fellaini); la de Suiza (Shaquiri) o la francesa (Pogba, Sissoko, Kanté y Sagna). Deschamps convenció a sus futbolistas para cuidar al máximo la alimentación y evitar el ayuno.

En Albania hay libertad de elección, pero la mayoría no sigue el ayuno. Otras veces, la religión sí ha afectado a las selecciones, como en el pasado Mundial de Brasil. Argelia no regateó al Ramadán y obligó al seleccionador Halilhodzic a cambiar sus planes de trabajo.