Ocho años después, en el mismo escenario, Sergio Ramos lo volvió a hacer, y de una manera casi tan inverosímil como la primera vez. El capitán del Real Madrid volvió a forzar una tarjeta ante el Ajax para cumplir un ciclo de amonestaciones, pero la UEFA, como en aquella ocasión, ya ha tomado la primera medida para sancionar al madridista: la apertura de una investigación que puede terminar en dos partidos de suspensión para el defensa.

Como un ladrón de bancos al que se le transparenta el pasamontañas y termina cada intento de atraco en el calabozo, el Madrid volvió a incurrir en una ilegalidad manifiesta. En noviembre de 2010, Sergio Ramos protagonizó la rocambolesca escena junto a Xabi Alonso, al forzar una amarilla tras una orden que viajó veloz, corriendo por la banda a través del portero suplente Dudek, desde el banquillo de Mourinho a la portería de Casillas. Después la UEFA sancionó a Mourinho, el instigador, con un partido de sanción y a los jugadores con multas económicas.

El miércoles, Ramos recorrió el camino opuesto, instigando él al banquillo para recibir su aprobación. En unas imágenes, emitidas por GOL, se aprecia cómo el defensor comenta la decisión con sus compañeros, en el regreso de la celebración del 1-2 de su equipo antes de silbar al banquillo, hacer el gesto de la tarjeta con la mano y preguntar: «La tarjeta, ¿la busco?», acompañado de un gesto como de obviedad con las manos.

En la siguiente jugada, Ramos derribó claramente al Dolberg en el centro del campo y, antes de recibir la amonestación que le deja fuera del partido de vuelta, a la espera de una posible sanción de más partidos de la UEFA; aún fue a recriminarle al delantero del Ajax una supuesta simulación, parte del espectáculo para intentar enmascarar lo evidente.

Después de todo, el defensa reconoció en zona mixta cuál fue su intención: «¿Has forzado la tarjeta? Directamente, para que quede bien claro», le preguntaron. «Sí, la verdad es que viendo el resultado, te mentiría si te dijera que ha sido…. Es algo que tenía presente, no es menospreciar al rival ni pensar que la eliminatoria ya se ha pasado, pero hay veces que en el fútbol toca tomar decisiones complicadas. Lo he decidido así y me perderé el próximo partido», reconoció en una de las entrevistas que tuvo que hacer, en el resto disimuló como al hacer la falta, justificando la acción, como hizo horas después en Twitter: «En un partido hay que tomar decisiones en segundos. Quiero dejar claro que no he forzado la tarjeta», escribió.

La temporada pasada, Carvajal ya fue sancionado con dos partidos por forzar una tarjeta, dejando pasar el tiempo en un saque de banda de forma descarada en el penúltimo partido de la fase de grupos, en Chipre ante el Apoel, para llegar limpio a la fase eliminatoria.

Bale, denunciado

En la misma jornada, su compañero Gareth Bale fue denunciado por LaLiga ante el Comité de Competición por las provocaciones que realizó en la celebración del tercer gol de su equipo frente a la grada del estadio del Atlético de Madrid en el derbi capitalino.

Según LaLiga, los gestos de Bale, en los que «agita el brazo derecho llevándoselo a la proximidad de su cabeza, en previsible signo de provocación animosa al público, efectuando posteriormente un ademán de posible significado obsceno y despectivo levantando el brazo doblado y golpeándose en la mitad de él con la otra mano incita a la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte», dice LaLiga, por lo que trasladan al órgano competente la denuncia para que castigue al jugador entre uno y doce partidos.