Bruno Hortelano, cuarto en los 200 metros, y Óscar Husillos, sexto en la de 400 metros, se desquitaron en buena medida de sus decepciones en las finales individuales al contribuir a la octava medalla de España, la conseguida con el relevo de 4x400 metros que completaron Lucas Bua y Samuel García.

El cuarteto español fue tercero con una marca de 3.00.78, a solo 13 centésimas del récord nacional, por detrás de Bélgica (2.59.47, con tres hermanos Borlée en el cuarteto) y Gran Bretaña (3.00.36).

España rozó el oro porque, de hecho, encabezó la carrera durante la segunda (Bua) y tercera (García) posta. Hortelano, especialista en 200, mantuvo la ventaja hasta la recta final.

Sin embargo, Hortelano no supo medir y se agarrotó tras un primer 200 insuperable, y fue rebasado sin contemplaciones por Kevin Borlée, para revalidar el título para Bélgica, y por el británico Martin Rooney. El velocista español entró en meta trastabillado, intentando con lo poco que le quedaba no perder la tercera posición. Incluso se temió por una lesión del plusmarquista español de 100, 200 y 400 metros, pero fue desmentida por el propio atleta tras la celebración, que el cuarteto alargó en la pista.

El resto de la jornada de tarde, tras el festival matutino de la marcha, no fue tan brillante para la selección española. Juliet Itoya acabó décima en longitud y, en 800 masculinos, Álvaro de Arriba, que partía con el tercer registro del año, se apagó sin explicación a falta de 200 metros y acabó séptimo (1.46.41).

En 5.000, Adel Mechaal acusó el cansancio y acabó retirándose. ‘Chiqui’ Pérez se descolgó del grupo de cabeza a partir del tercer kilómetro y Antonio Abadía, que empezó tirando, aguantó hasta que faltaban dos vueltas.